Aunque operan en una comunidad sin costa, su pericia les sitúa en la primera línea de los operativos de emergencia. Por ello, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil ha sido una de las unidades destacadas estos días en el dispositivo especial para localizar al buzo desaparecido el pasado domingo en Lekeitio (Vizcaya), cuyo cadáver ha sido localizado este martes tras tres días de búsqueda.
El joven, de 24 años, se encontraba practicando pesca submarina (disciplina que domina a la perfección) cuando se le perdió la pista cerca del faro de Santa Catalina. Desde entonces, el dispositivo para encontrar alguna pista sobre su paradero no ha hecho sino crecer y este martes se ha incorporado a la búsqueda un barco dotado con un sónar de alta precisión.
FOTO: Guardia Civil Bizkaia.
Una dotación del GEAS de Logroño ha actuado en primera línea para buscar cualquier indicio que permitiera hallar el cuerpo del joven submarinista de Zarautz y, según ha podido saber NueveCuatroUno, los buzos destinados en Logroño han dado con la primera pista que ha permitido acotar la zona de búsqueda: el arpón que llevaba en el momento de su desaparición.
El de Lekeitio no ha sido el único operativo ‘mediático’ en el que han participado agentes destinados en Logroño. El pasado domingo el GEAS encontró el cuerpo sin vida de una niña de 9 años que había caído al agua seis días antes, mientras navegaba junto a unos familiares en una embarcación de recreo en el pantano de San Juan (en la Comunidad de Madrid).
Agentes del GEAS de Logroño, en el río Lozoya (Buitrago de Lozoya) el sábado pasado.
En aquel dispositivo participaron cuatro experimentados buzos del GEAS de Logroño, acostumbrados a lidiar con el estrés propio de la búsqueda de desaparecidos. La base del grupo de Logroño también fue el destino de uno de los agentes que más popularidad ha alcanzado en las últimas semanas: Juan Francisco, cuya foto salvando a un bebé de morir ahogado en la crisis migratoria de Ceuta dio la vuelta al mundo a finales de mayo.
