Crisis del Coronavirus

La pandemia reduce la esperanza de vida en La Rioja a niveles de 2009

Posiblemente no haya nada más frío y maleable que los datos. Cualquier estadística puede mostrar el vaso medio lleno o medio vacío en función del punto que se tome como referencia para comparar las cifras actuales. En cambio, pocas veces a lo largo de la historia se ha dado una ruptura tan marcada en los registros como las variaciones entre las cifras de 2020 y 2021.

La crisis sanitaria del coronavirus ha dejado una huella imborrable en el imaginario colectivo de la comunidad y ya se deja notar (y de qué manera) en las estadísticas demográficas de la región. Concretamente, en las relativas a la esperanza de vida, que regresa a niveles de hace doce años por el efecto del COVID-19 entre los más mayores.

La actualización de los indicadores demográficos básicos al año 2020 por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa la esperanza de vida en La Rioja en los 82,44 años. Esto significa que un riojano nacido en 2020 vivirá un año y cuatro meses menos que otro nacido justo un año antes.

La otra mala noticia es que la tasa bruta de natalidad (el número de nacidos por cada millar de habitantes) también cae en la comunidad, lo que significa que el aumento de la mortalidad no viene acompañada de un ‘relevo’ natural. El pasado año la tasa fue de 7,33 (33 décimas inferior a la de 2019). Desde el año 2008 este indicador se ha reducido en La Rioja a prácticamente la mitad, ya que entonces nacían 11,05 niños por cada mil habitantes.

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