Agricultura

Águeda Gil: “Ojalá no fuera noticia ser la única presidenta de una cooperativa”

Águeda Gil, presidenta de la Bodega Cooperativa Aradón de Alcanadre

Águeda Gil recorre un viñedo al vaso dispuesta a comenzar el turno de tarde con el sol sobre sus hombros. La campaña de la espergura ya está generalizada en Alcanadre, escenario vitícola por excelencia en territorio oriental, y esta agricultora compagina como bien puede su jornada laboral entre cepas con sus obligaciones al frente de la Cooperativa Bodegas Aradón.

Desde hace escasas semanas se ha convertido en la única mujer sosteniendo las riendas de una cooperativa vinícola en La Rioja, aunque no fuera un cargo elegido por ella. Fue su afán participativo y el interés mostrado en anteriores Asambleas Generales lo que llevó a los votantes a decantarse por Águeda como nueva presidenta de la Junta Rectora.

– ¿Cómo afronta el cargo?

– Sinceramente, con ilusión pero también con mucha preocupación porque jamás había estado antes dentro del Consejo Rector. Aunque me veo capacitada para estar aquí. Para mí es todo nuevo pero he de decir que tengo a mi lado a un equipo con gran experiencia en el sector y varios años en la Junta. Tal vez no es el mejor momento por la situación tan extrema que llevamos arrastrando a causa de la crisis sanitaria, pero está claro que vamos todos a una y trabajaremos por dar todo lo que se pueda.

– ¿Qué líneas de actuación se barajan en la cooperativa tras las primeras reuniones de la Junta?

– Es muy pronto para aventurarlo porque no llevo ni un mes en el cargo. Estoy asentándome, conociendo el funcionamiento interno y a sus miembros. Todavía es pronto para poder hablar de directrices concretas porque por el momento seguimos perfilándolas. Con toda la situación del COVID-19 hay mucho trabajo por hacer.

– ¿Cómo recibe la noticia de ser la única presidenta a día de hoy al cargo de una cooperativa vinícola en La Rioja?

– Pues ojalá esto no fuera motivo de noticia. Me parece increíble, además, que no haya más mujeres en esta posición. Realmente no lo entiendo, así que espero vivir para que cuando las mujeres alcancen puestos muy importantes no tenga que leerse ‘La primera mujer que’. Esto demuestra que todavía queda mucho por hacer, partiendo de la educación. Falta recorrido y un cambio de roles, porque venimos de un sector donde el hombre siempre ha estado a la cabeza. Aunque cabe decir que Alcanadre es un pueblo de muchas viticultoras y agricultoras en general.

– ¿Qué va a aportar la presencia femenina a la bodega?

– El punto positivo que veo en todo esto es que nosotras tenemos más paciencia que los hombres, somos más reflexivas, maduramos más las cosas y somos más practicas también. Sin enredarnos mucho en discusiones que no van a ningún lado avanzamos hacia una dirección. Miramos el entorno con otros ojos y todo lo que rodea al mercado del vino.

– Aradón es una cooperativa, pero funciona como bodega. A pesar de portar el sello de Rioja, ¿cuesta abrirse paso en el mercado vinícola?

– Cuesta y mucho porque es complicado introducir nuestros vinos en un mercado tan amplio y con marcas tan reconocidas. Pero no frenamos. Seguimos apostando por nuestros vinos, unos de alta gama con una calidad que se ve reflejada desde los jóvenes hasta los más clásicos y también en los de Parcelas de Aradón, como Momento, Coordenadas o Garnacha la Prometida. Vinos presentes también en algún restaurante de Estrella Michelín y que estoy segura que obtendrían unas altas calificaciones en catas a ciegas.

Sala de barricas de Bodegas Aradón, en Alcanadre.

– ¿Cómo se ha vivido la crisis sanitaria en esta sociedad?

– La pandemia ha afectado muchísimo porque ya durante la campaña anterior los precios de la uva fueron muy bajos y no quisimos vender nada. Ahora tenemos la cosehca en bodega con el grueso todavía a la espera de darle salida. Hay preocupación, pero los socios también vemos con cierto optimismo el futuro, con un mercado que opinamos va a ir al alza con el avance del proceso de vacunación, el fin del estado de alarma y el movimiento de las exportaciones.

– ¿Qué papel tienen ahora las cooperativas de Rioja?

– Creo que debemos aunar bastante más nuestras fuerzas para ejercer más presión, tener más peso en el Consejo Regulador y conseguir unos precios que sean dignos, no solo que cubran costes. Falta unidad en esta parte del sector productor para lograr que se nos escuche, como ocurre con las grandes bodegas, que se muestran mucho más unidas. Además, parece que se ve a las cooperativas como elaboradoras de vinos de más baja calidad y debemos esforzarnos por demostrar lo contrario.

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