Pablo Bobadilla fue el protagonista involuntario del Logroñés-Cartagena. El balón golpeó al central najerino en la mano y el colegiado señaló penalti tras revisar la acción en el VAR. Elady Zorrilla dio el triunfo al Efesé desde los once metros, dejando a los riojanos a solo dos puntos del descenso. Las críticas han arreciado hacia el canterano en los últimos días y él ha demostrado en Radio Rioja (Cadena SER) que ya se ha levantado para seguir peleando con la camiseta blanquirroja.
“Por una acción tuya totalmente desafortunada condicionas a tus compañeros. Son días jodidos y habrá que levantarse. Con el tema de las menos hay una confusión porque un árbitro lo puede identificar de una manera y otro de otra. Nos la pitaron y nos la tenemos que comer”, ha comentado el futbolista. El debate está servido en el mundo del fútbol. Iturralde González, árbitro comentarista en ‘El Larguero’ de la Cadena SER, afirmó que la acción no era penalti: “Es triste la falta de consistencia”.
Y más dudas entran todavía si se revisan acciones similares: en Málaga y Logroño sí fueron pena máxima, pero una acción contra el Real Madrid en Valdebebas, no. “Hay que ser consistente. Hay una falta de criterio”, explicaba el colegiado vasco.
Bobadilla define así la jugada: “Es una acción muy rápida, la he visto repetida y no se ve muy bien. Voy corriendo hacia atrás y con la inercia, pues saco la rodilla y me roza. Me pega en la mano y ya lo sé en el momento, pero no sé si lo va a pitar o no. No tengo intención de sacar la mano”. Toca pasar página y la próxima cita será una final contra el Castellón en Castalia el próximo domingo: “El partido es igual o más importante que el de Cartagena. De nada nos valen las lamentaciones”.
Acostumbrado a pelear y levantarse, Bobadilla no lo ha tenido fácil. Del Logroñés Promesas pasó cedido al Izarra y, posteriormente, una lesión en el ligamento cruzado en verano de 2019 le dejó un año en el dique seco. El obstáculo es el camino, una frase estoica que bien se le podría aplicar. Porque a base de esfuerzo, tesón y amor por los colores, ha conseguido ser titular en LaLiga SmartBank y acumular 1.607 minutos esta temporada. Más de los esperados para muchos.
“Soy de casa, estamos jugando en Segunda, nos estamos jugando la vida e inevitablemente tienes la responsabilidad de hacerlo bien y mantener el equipo. Para mí, no habría cosa más grande que dejar el equipo en Segunda”, ha comentado. Como siempre pasa en estas situaciones, han llegado críticas desproporcionadas e insultos por redes sociales. “Solo me importa la gente que sabe o le importa de verdad. La gente del exterior, que habla sin criterio y para hacer daño, pues nada”, ha zanjado.
El joven central ha recibido el apoyo de sus compañeros: “Me dicen que es una acción que le puede pasar a cualquiera, que es totalmente desafortunada. La putada es la trascendencia del partido. Sé que mis compañeros y el míster confían en mí a muerte. Me quedo con una frase que me dijeron: ‘Somos seres humanos y no robots'”.
No queda otra que mirar hacia adelante y pensar en Castalia: “Hay una nueva final. No hay opción para lamentarse o venirse abajo. En caso de ganar sería un paso adelante. No perdimos la intensidad, pero el equipo tiene que dar una vuelta de tuerca más”. Los blanquirrojos tendrán que mejorar la versión mostrada frente al Cartagena: “La situación del partido influyó. Fue trabado. Muy difícil. La Segunda son partidos súper igualados, hay miedo a fallar… Era una final para ambos”.
Para terminar, un alegato claro hacia la afición: “El recibimiento del otro día en Las Gaunas, para uno de casa, es increíble y se te ponen los pelos de punta”. Y un mensaje optimista tanto a nivel personal como colectivo. “Nos jugamos nuestro futuro. Y también la gente que tenemos detrás porque queremos que disfruten del fútbol profesional en Logroño y que todos seamos partícipes de eso”.
