Gastronomía

De pinchos por La Rioja: patatas del Benigno, en Haro

No solo de la Herradura vive y bebe y come Haro. Muy cerca, al inicio de la cuesta que baja de la Plaza de la Paz al río Tirón, en una plazuela donde está el restaurante Vega y estaba el Atamauri, se encuentra el bar Benigno, un clásico de la localidad riojalteña.

Cuesta decidirse al contemplar su surtida barra, pero gozan de especial predicamento las orejitas rebozadas (entre pan y pan, con una guindilla, para los más triperos) y sus patatas bravas al estilo madrileño: el tubérculo frito, el pimentón picante, el vinagre y alguna especia. Para acompañarlas, nada mejor que una copa de Bikaña, el vino que elabora La Rioja Alta, SA en exclusiva para la hostelería jarrera y de cuyo origen hemos escuchado diferentes versiones de labios todos autorizados, aunque siempre asociadas al clásico Viña Alberdi.

Quienes quieran disfrutar de estas recias delicatessen no deben demorarse, pues Enrique Bastida, su propietario, pretende jubilarse a final de año. Eso sí: el bar está en venta, por si algún valiente quiere continuar con un negocio que ha cumplido más de 60 años de vida.

Bar Benigno. Calle Navarra, 1 (Haro). (‘Patatas bravas’: Precio según ración).

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