“La mayoría de las pequeñas y medianas bodegas de Rioja, que suponen más del 80 por ciento, hemos perdido más de un 30 por ciento de la facturación en 2020 ya que fundamentalmente nuestros clientes son la hostelería y la restauración, prácticamente cerradas durante todo un año”. Sin embargo no se les ha tenido en cuenta en la línea de ayudas estatales dotadas con 11 millones de euros y aprobadas el pasado viernes con motivo de la reducción de ingresos a causa del COVID-19. Así lo denuncia el vicepresidente de Bodegas Familiares de Rioja, Juan Carlos Sancha.
El Boletín Oficial del Estado publicaba este sábado la lista de sectores que podrán acogerse a estas ayudas por registrar unas pérdidas de más del 30 por ciento durante el pasado año y entre la que no residen las bodegas. Aunque en el conjunto de Rioja las ventas de 2020 solo han caído un 8,4 por ciento, la gran mayoría de bodegas asumen una cifras mayores porque “esas ventas las han levantado fundamentalmente unos pocos operadores, grandes bodegas que han vendido con precios muy competitivos en exportación y en el mercado de alimentación”.
Desde la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja recalcan que necesitan esas ayudas, “sobre todo para seguir manteniendo el pago de la uva digna a nuestros viticultores y proveedores”, y no entienden por qué otros sectores como la sidra sí podrán optar a ellas. Ul malestar que ha protagonizado la jornada de este lunes entre el sector vitivinícola.
Juan Carlos Sancha insiste, además, en que “el 42 por ciento de las ayudas al almacenamiento privado de vino se lo han llevado grandes bodegas, mientras que las pequeñas no han recibido ningún tipo de ayuda”. Lo mismo parece haber sucedido con las ayudas al enoturismo, las cuales tampoco han llegado a este sector “a pesar de vivir también de las visitas”.
Asimismo, la Asociación también ha arremetido contra el Ejecutivo riojano: “Hemos presentado una demanda en los tribunales contra el Plan de Reactivación Económica de la ADER, el cual cerraron de forma improvisada dejando a la mayoría de nuestras bodegas sin posibilidad de acogerse. Es fundamental echar una mano a las pequeñas bodegas que estamos invirtiendo en que en el futuro se mantengan estos precios dignos de la uva y no se venda vino barato de Rioja en los mercados de alimentación e internacionales”.
