Ha pasado ya un año desde que las alarmas por la amenaza de un nuevo virus se tornaron en realidad en La Rioja. El sanitario que trabajaba en el hospital de Txagorritxu cuando dio positivo por COVID-19 fue solo el primero de los casi 27.500 riojanos contagiados desde entonces.
Y aunque la transmisión del virus ha sido generalizada en toda la comunidad, pues el COVID no entiende de fronteras, la afectación de la pandemia ha sido desigual por localidades. En algunas de ellas el ‘bicho’ no ha hecho acto de presencia un año después, mientras que en otros municipios ha contagiado a uno de cada cinco vecinos.
Es el caso de Lagunilla del Jubera, que en este primer aniversario de la pandemia se muestra como la localidad más castigada por el virus con un 23,32 por ciento de contagios entre sus 343 vecinos. También ha sido especialmente violenta la crisis en Hormilleja, donde pese a contar con poco más de cien habitantes el porcentaje de contagios supera el 22 por ciento.
Los casos de localidades como Lagunilla, Hormilleja o Manzanares de Rioja pueden encontrar una fácil explicación por sus reducidos núcleos urbanos, en los que la llegada de un positivo por COVID-19 dispara la incidencia en el municipio. Además, en el primer pueblo, una residencia de su término municipal sufrió con virulencia la tercera ola y eso supuso que se dispararan los contagios.
Por eso, echando un vistazo a las ciudades con más de tres mil habitantes, Rincón de Soto se presenta como la localidad riojana más castigada por el coronavirus un año después de la detección del primer positivo en La Rioja. Con casi cuatro mil vecinos, los registros epidemiológicos del municipio riojabajeño revelan que 655 de ellos se han infectado por COVID-19 en los últimos doce meses: un 16,86 por ciento sobre el total.
Cribado dirigido en Rincón de Soto, a finales de septiembre.
Son casi cinco puntos más que en Albelda de Iregua, que ocupa el segundo puesto entre las ciudades más afectadas por el virus (con 432 positivos entre sus 3.481 vecinos, el 12,41 por ciento sobre el total). Alfaro es la cabecera de comarca con mayor afectación por la pandemia, con un 11,29 por ciento de positivos acumulados entre sus casi 10.000 habitantes.
Los datos recogidos por la Consejería de Salud sitúan a Autol (11,29 por ciento) y Santo Domingo de la Calzada (10,12 por ciento) como la cuarta y la quinta localidad más afectadas en este primer año de pandemia, mientras que las otras ciudades del ‘top 10’ se reparten del siguiente modo: Calahorra (9,42 %), Logroño (9,14 %), Haro (9,11 %); Arnedo (9,05 %), Nájera (8,93 %), Pradejón (8,08).
En términos absolutos, Logroño es la ciudad con más positivos acumulados (13.932), seguida de Calahorra (2.311), Arnedo (1.359), Alfaro (1.085) y Haro (1.053).
