Las restricciones sanitarias y sociales sigue en pie hasta el próximo 23 de febrero, pese a la leve mejoría de los datos en La Rioja. Así lo ha confirmado la consejera portavoz del Gobierno, Sara Alba, quien ha anunciado que el Ejecutivo trabaja ya en la definición de cómo será la ‘desescalada’ de esta tercera ola.
Para ello, el Gobierno perfila un Plan de Medidas en el que “seguimos atendiendo a las propuestas de cada sector” y que se regirá bajo un ‘sistema semáforo’ como el definido por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Es, en resumen, una guía para medir cómo de severa es la situación en cada territorio determinado, sobre la base de sus datos epidemiológicos. “Utilizaremos este método para proponer medidas según la incidencia de cada municipio”, ha apuntado la portavoz.
Esta metodología, que hasta la fecha no se ha aplicado en La Rioja, permitirá aliviar las restricciones sociales en aquellas localidades en las que la presencia del virus sea mínima y agudizarlas en los municipios donde la tranmisión sea mayor.
El sector del comercio ya ha trasladado al Gobienro su propio plan de reapertura, que será “progresivo” para evitar un nuevo repunte de contagios en la comunidad. La hostelería riojana ha intensificado esta semana sus protestas para reclamar la apertura de los establecimientos, algo que está descartado, al menos, hasta el próximo día 23. Este martes, sin ir más lejos, el sector se manifestaba ante la Delegación del Gobierno para denunciar que “estamos hartos de pagar los platos rotos sin ser los culpables”.
