A pesar de la evolución favorable de la pandemia en La Rioja durante los últimos días, el Gobierno de La Rioja ha acordado este miércoles mantener las restricciones sociales (de las que destaca el cierre de toda actividad no esencial) hasta el próximo 23 de febrero.
Así lo ha confirmado la consejera portavoz del Ejecutivo, Sara Alba, quien ha valorado que la incidencia acumulada a 14 días se situó por primera vez por debajo de los mil casos por cada cien mil habitantes el pasado domingo.
En cambio, la incidencia “sigue establecida en grados muy elevados. Estamos casi cuatro veces por encima del riesgo extremo y el nivel de tensión se va a prolongar, al menos, durante las próximas dos semanas”.
Alba ha anunciado el desarrollo de un plan de medidas y restricciones según los indicadores de la pandemia. “Este documento agilizará la adopción o decaimiento de las medidas ‘anti-COVID’ según la evolución de la pandemia”, ha indicado, detallando que “atendemos las propuestas de cada sector que hacen llegar al Gobierno. Este diálogo nos permite mejorar en los procesos de medidas ‘anti-COVID'”.
“Siempre que sea posible, este plan contará con las propuestas que nos proponen. El documento se presentará en próximas fechas porque todavía está en desarrollo”, ha explicado la portavoz.
Las medidas dan resultado
El director general de Salud Pública, Pello Latasa, ha explicado que tanto en La Rioja como en otras comunidades con restricciones similares las incidencias acumuladas y los indicadores muestran mejoría entre ocho y días después de su adopción. “La valoración es buena y positiva en cuanto al descenso de la transmisión”.
Además, ha detallado, hay que contar con más indicadores como los que aporta el estudio de seroprevalencia. “En La Rioja es inferior al de otras comunidades como País Vasco, Navarra o Madrid. Incluso está por debajo de la media nacional, por lo que consideramos que el nivel de transmisión no ha sido muy diferente”.
