La Rioja

La iglesia de San Andrés de Calahorra se transforma en tiempo récord

Desde hace algo más de un mes, la cabecera de la iglesia de San Andrés en Calahorra está inmersa en la remodelación y consolidación de la zona. La Diócesis de Calahorra y la Calzada-Logroño comenzaba así una actuación largamente demandada en el casco antiguo calagurritano y que está permitiendo consolidar la zona trasera del templo, que presenta desde hace tiempo problemas inminentes de derrumbe.

Las obras empezaron con la instalación de los andamios y los trabajos preliminares. La intervención que se está llevando a cabo se centra estos días en la cabecera de la iglesia, así como en la parte posterior del templo junto a la calle Bellavista, una zona que se trata de un añadido construido en el siglo XVII y que utilizaban los clérigos como letrina. Además, también se está interviniendo en el muro, de la época romana, sobre el que se apoya esta parte del edificio.

Para la financiación de los trabajos, la Diócesis cuenta con la colaboración del Gobierno de La Rioja, que ha comprometido la financiación del 85 por ciento del coste de la obra.

El habitáculo, situado en la parta de atrás de la parroquia, presentaba desde hace años un mal estado de conservación, del que en más de una ocasión han advertido la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Calahorra y los Amigos de la Historia de Calahorra.

Pasar por allí, en estos momentos, supone ver cómo los trabajos van avanzando. Así la zona que más riesgo tenía ya ha sido restaurada prácticamente por completo.

Entre los trabajos más laboriosos se tuvo que cambiar la viga que sujetaba la zona. “Estaba en muy malas condiciones y no pudo recuperarse y por eso hubo que colocar una nueva, una viga de 7,5 metros y de más de 350 kilos que hubo que colocar a través de uno de los laterales y después de realizar un doble encofrado para evitar los posibles derrumbes”, explicaban ayer desde la dirección de obra de la empresa que lleva a cabo estos trabajos.

Además se han consolidado especialmente las esquinas de los muros que sujetan la zona. “Las piedras que pudimos mantener y consolidar las dejamos pero ha habido que colocar piedras nuevas traídas desde Uncastillo en Zaragoza”, detallan.  Unas piedras de color muy similar al utilizado en el siglo XVII que permiten que aunque se diferencia de las antiguas no desentone con el conjunto general.

En estos momentos los trabajos se centran en la fachada que da a la calle Bellavista con la limpieza de la piedra, y el relleno de las zonas más afectadas con mortero de cal. Unos trabajos que realizan las tres personas que en estos momentos trabajan en la zona. “Al principio necesitamos para la zona que más riesgo corría un apoyo de más personas pero ahora ya somos tres los que estamos trabajando en esa fachada”, cuentan.

Además de los muros más visibles, también se han colocado refuerzos de hormigón en la zona de las cornisas y se van a arreglar también algunas de las vidrieras de esa parte de la iglesia.

A los trabajos aún les quedan varios meses para estar completamente finalizados pero poco a poco se ve el cambio sustancial que ha dado la zona. “La gente que pasa suele darnos la enhorabuena por el trabajo que estamos realizando y se fijan especialmente en la amplitud que está quedando y a la imagen de limpieza que se está dando con los trabajos que ya estamos realizando”, comentan.

Subir