Crisis del Coronavirus

Cierre de bares y confinamiento: resultados opuestos en Logroño y Arnedo

Cierre de bares y confinamiento: resultados antagónicos en Logroño y Arnedo

Misma causa y efectos diametralmente opuestos. Logroño y Arnedo han superado este fin de semana el ecuador de su ‘nueva nueva normalidad’. Ambas localidades llevan ya dos semanas cerradas a cal y canto, con sus establecimientos hosteleros cerrados al público en interior (tan solo se permiten servicios de recogida en el local) y tienen otras dos semanas por delante con las drásticas medidas para contener la pandemia en vigor.

En cambio, los resultados en ambos núcleos urbanos no solo no son semejantes, sino que además se muestran casi antagónicos. Mientras en Logroño la curva de contagios sí muestra un claro descenso desde la adopción de las medidas, en Arnedo no ha hecho más que escalar desde entonces.

Las tendencias antagónicas se aprecian claramente tomando como referencia los casos activos de ambos municipios en el último mes: quince días antes de decretar el confinamiento (el periodo de incubación del virus) y quince días después.

Así, Logroño contaba con 467 casos activos dos semanas antes de adoptar la medida, de ahí escaló hasta los 896 cuando entró en vigor y desde encontes ha bajado (con algunos repuntes en forma de dientes de sierra) hasta los 752. Dicho de otro modo, desde que cerró la ciudad y su hostelería sus casos activos han bajado un 16,1 por ciento y la incidencia acumulada es ahora de 717 casos por cada cien mil habitantes.

En cambio, Arnedo tenía un centenar de casos hace justo un mes, pasó a tener 137 cuando entraron en vigor las medidas y hoy cuenta con 187 casos activos y una incidencia acumulada de 1.311 casos por cada cien mil habitantes. En la localidad riojabajeña, los contagios han aumentado un 36 por ciento desde que sus establecimientos hosteleros y los accesos al municipio echaron el cierre.

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