Crisis del Coronavirus

Los logroñeses velan a sus seres queridos respetando las restricciones

Si una fecha está marcada en el calendario religioso es el Día de Todos los Santos, una jornada muy significativa en la que cada 1 de noviembre los cementerios se llenan de familias que quieren velar a sus seres queridos.

Este 2020 la festividad llega acentuada por la pandemia del coronavirus, que ha dejado a su paso miles de muertos. Razón de más para honrar la memoria de todos los que nos han dejado de forma inesperada y, en algunos casos, solos por la situación sanitaria.

El virus sigue, si cabe con más fuerza, entre nosotros, así que desde el Gobierno y Ayuntamiento, días atrás se hizo un llamamiento a la ciudadanía para que espaciara sus visitas al cementerio con el fin de evitar contagios. Además de advertir que sería obligatorio el uso de mascarilla, la distancia entre personas y cualquier concentración de más de seis personas dentro del camposanto.

Afortunadamente, gran parte de la sociedad está concienciada con la situación y ha decidido no acudir este domingo en masa al cementerio de Logroño, repartiendo sus visitas entre los últimos tres días. Así lo demostraba el color y olor de las flores que adornaban el camposanto logroñés este atípico Día de Todos los Santos. En la puerta, y antes de entrar, toma de temperatura y repartición de gel hidroalcohólico.

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