La Policía sigue afanándose para devolver la normalidad a las calles de Logroño, que este domingo han vuelto a sufrir por segunda noche consecutiva nuevos disturbios. Poco o nada tiene que ver el nivel de violencia empleado por los vándalos (en su mayoría, adolescentes) respecto al día anterior, pero aun así los Bomberos siguen sofocando el fuego en los contenedores que incendian a su paso.
Desde las ocho de la tarde, cuando los radicales prendieron un contenedor en la Avenida de Portugal, varias dotaciones de Policía Nacional y Policía Local dispersan a los grupos de jóvenes que circulan por el centro de la ciudad, con constantes identificaciones que han dado lugar a la detención de dos personas.
A diferencia del dispositivo del sábado (en el que los radicales colocaron barricadas en el entorno del Espolón), este domingo la situación se asemeja más al juego del gato y el ratón. Los agentes dispersan a los grupos de adolescentes, que en su huida han vuelto a incendiar otro contenedor en la calle María de la O Lejárraga, con la consiguiente intervención de los Bomberos.
Coincidiendo con el toque de queda, la normalidad ha vuelto a las calles de la capital riojana en otra noche de sobresaltos e inquietud vecinal, que por fortuna se ha saldado con mucha menor incidencia que las producidas por las asonadas de la noche anterior: ‘tan solo’ tres contenedores en llamas en toda la ciudad.
