No veas si ha costado. Sí, sí. La Rioja ha vuelto al fútbol profesional. Sí, sí. No son las horas de la madrugada del sábado. Lees bien. Sí, sí. La UD Logroñés ha vencido al Castellón y se ha ganado por derecho propio a ser equipo de la categoría de plata. ¿Qué? Sí, sí. Como lo oyes. No es un sueño. Al menos, no uno de esos que se tiene dormido sino uno de los que se vive despierto. Alegría. Felicidad. Éxtasis.
Los 120 minutos de eliminatoria se condensan en poco menos de media hora. Los primeros 15 minutos hasta que ha marcado el riojano Lapeña para el Castellón y los otros siete (del 81 al 88) en los que Oussama Siddiki ha estado sobre el césped. El delantero marroquí ha saltado a La Rosaleda, ha provocado un penalti (gol de Andy) y luego se ha autoexpulsado al hacer un entradón con los dos pies por delante. Presagio de lo que iba a acontecer a la UD Logroñés. O la sacaban con los pies por delante de Málaga o no la sacaban. Vencer o morir.
Y ha tenido que ser a penaltis. No hay mayor sufrimiento en esta vida que ascender desde los once metros. Y si tienes alguna duda, pregunta este fin de semana por cualquier rincón de Logroño. Sergio Rodríguez y sus pupilos se lo merecen. Nosotros lo merecemos. Y el Castellón, también, pero en esto del fútbol sólo puedo quedar uno de dos. Un juego de caballeros. La Rioja ha vuelto al fútbol profesional. Sí, sí. A ver quién nos baja.
