El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Ministerio de Sanidad seguirá el rastro al coronavirus a través de las aguas residuales, más concretamente a través de treinta estaciones depuradoras de las que semanalmente se tomarán muestras para analizar y poder medir el ritmo de la epidemia.
En La Rioja, la depuradora de Logroño será el punto clave para esa vigilancia microbiológica en aguas residuales que puede utilizarse como indicador epidemiológico para la detección de la circulación del virus en la población. Una toma de muestras que comenzará la próxima semana.
La selección de los puntos de vigilancia en las plantas depuradoras se ha hecho atendiendo a criterios de movilidad e interconexión entre poblaciones, mayor afluencia de turismo, poblaciones favorables a la expansión rápida de la enfermedad, impacto de la enfermedad o climatología.
La idea es que sea un mecanismo complementario a los imprescindibles de rastreo, vigilancia y detección de casos implementados y que permita alertar a las autoridades sanitarias sobre la propagación de la enfermedad.
