Desde 1991 custodiando el cruce entre la calle Leopoldo Calvo Sotelo y Juan XXIII, un esqueleto fijaba su mirada atento en los transeúntes que, con bolsas en las manos, caminaban por el Paseo de las Cien Tiendas. Admirado por los niños, fotografiado por los adultos, ahora llega su momento de descanso tras convertirse en el regalo de cumpleaños de una logroñesa a su marido.
Sobrevivió al cierre de Ortopedia Morgabe, en febrero de 2017, donde era el protagonista indiscutible y el factor diferenciador del negocio. Ahora, también lo ha hecho a Petit Dreams, la tienda de moda infantil que se emplazó en el mismo lugar y cuya dependienta, Maite Moreno, decidió mantener al peculiar vigilante.
Petit Dreams echó el cierre el pasado 15 de marzo. “Ya había tomado la decisión de cerrar porque no se vendía mucho, adelanté la decisión con el confinamiento porque tenía pensado haber cerrado en abril”, explica Moreno.
A pesar de que Petit Dreams era una cadena, la dependienta convenció a sus superiores para colocar un esqueleto, tal y como lo hacía el anterior negocio que allí se encontraba y lo utilizó de modelo. De Papá Noel, con el traje regional por San Bernabé o con las últimas tendencias de la tienda, el esqueleto, talla 14, lejos de asustar, divertía a los clientes más pequeños:”Los niños estaban encantados, si un día lo tenía sin vestir me daban ideas para que lo disfrazara de policía o de profesor”.
Maite Moreno, propietaria de la tienda, junto al famoso esqueleto/ Foto: Amaya Garrido
Junto al cartel de cierre, Moreno indicaba el mobiliario que se encontraba a la venta. La palabra esqueleto ya lucía un tachón rojo. “Lo ha comprado una señora que se lo quería regalar a su marido por su cumpleaños, a él le gustaba mucho y venía siempre a hacerle fotos”, explica Moreno.
El huesudo personaje ya descansa después de tantos años ante el escaparate y pasa a mejor vida con el cariño de una familia.
