Agricultura

Oleoturismo: un mercado todavía por explotar “con falta de recursos”

A pesar de ser un componente clave en la gastronomía riojana, su potencial turístico parece ser obviado por la sociedad y lamentado por sus productores y distribuidores. Una situación por la que todos señalan al mismo motivo: “La falta de cultura entre la población y el desconocimiento de las virtudes de un aceite de calidad virgen extra”. Esa transformación de la percepción del autoconsumo hacia la comercialización y desarrollo turístico es lo que desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida de Aceite de La Rioja consideran “imprescindible”.

Así lo señala su presidente, Miguel Martínez de Quel, representante del Trujal 5 Valles por el sector elaborador, envasador y comercializador, quien considera que “se hace poco en lo que respecta al oleoturismo porque faltan recursos y conlleva mucho tiempo profesionalizar a la gente”. Aunque no es el único problema, ya que existe una “desorientación” social que se pretende paliar fomentando el interés y conocimiento sobre los beneficios de consumir un aceite de calidad. 

Miguel Martínez de Quel, el pasado mes de mayo durante la Jornada del Aceite de La Rioja.

Un enfoque por el que sí apuesta el Consejo Regulador, prestando especial atención a la promoción de la calidad de los aceites de la DOP, así como a las cerca de setenta marcas que la componen. Para ello, se realizan catas en asociaciones para conocer y diferenciar los aceites “buenos de los que no lo son” y se organizan desayunos saludables en los colegios donde se llevan monodosis para incentivar el consumo desde edades tempranas. “Sin embargo, depende en gran medida de la iniciativa privada de cada almazara porque cada una tiene sus propios intereses”, señala Martínez de Quel.

La presencia mayoritaria de almazaras de La Rioja Baja, adscritas a la Asociación para el Desarrollo Rural de La Rioja Suroriental, permite que el turismo del aceite se vincule con el del vino y el del champiñón, ambos muy desarrollados en la región y, en el caso del enoturismo, “a años luz de ser alcanzado por el aceite tanto a nivel de distribución como del manejo de la materia prima”, tal como considera el representante de la Almazara Ecológica de La Rioja, Manolo Catalán. “Lo que se necesita es competir de forma conjunta en un proyecto integral que se dirija a los amantes del agroturismo”.

“Una tarea nada fácil por la gran competencia turística que existe a nivel nacional”, señala Catalán, incidiendo en la importancia de colaborar con agentes hosteleros como casas rurales y hoteles cercanos porque “este turismo depende de las pernoctaciones” para llegar a ese público nacional, procedente, sobre todo, de Cataluña, Madrid y las comunidades del Cantábrico.

Manolo Catalán al recibir un premio en la Jornada del Aceite de La Rioja el pasado año.

La Almazara Ecológica de La Rioja hace ya casi seis años que se adentró en el mundo de las visitas guiadas desde un enfoque más profesional: “Fue gracias a un estudio nacional donde percibimos que nuestro producto no llegaba al consumidor final de todo el territorio nacional, así que tomamos contacto directo con él para conseguir su inmersión total en el aceite virgen extra riojano en todos sus ámbitos, ya que nuestro nivel de exportación es muy grande”.

Conocer el olivar, las formas de cultivo, los factores influyentes en el producto final, así como realizar el análisis sensorial son algunos de los aspectos clave por lo que Catalán apuesta a la hora de competir en el mercado nacional. En sus visitas guiadas, además de degustar el oro líquido de ISUL, el público se adentra en los olivares y conoce el proceso desde dentro de la almazara. Con un aforo de una veintena de personas, las visitas se concentran durante el fin de semana, sábados y domingos, en horario único de 13:30 horas, aunque con posibilidad de reservar previamente para una fecha y horas fuera de dicho horario.

Almazara Ecológica de La Rioja en Alfaro.

Proyectos 2020

El mercado oleoturístico quiere fortalecerse y este año muchas almazaras van a reforzar esta línea estratégica. En el caso del Trujal 5 Valles, tras haber realizado tres visitas guiadas a sus instalaciones durante 2019 dentro de las rutas organizadas por la Asociación para el Desarrollo Rural de La Rioja Suroriental y haber obtenido una “muy buena valoración” por parte del público participante, quieren ir más allá. Desde la almazara arnedana plantean una nueva propuesta que incluya visitas a partir de la primavera pero esta vez de forma independiente o en colaboración con otro trujal.

Mientras, la Almazara Ecológica de La Rioja también quiere ampliar su oferta turística a partir del segundo trimestre de 2020 a unas visitas guiadas que se ejecuten a lo largo de toda la semana. Además, otra de sus grandes apuestas es la creación de una nueva sala de catas y exposiciones de 250 metros cuadrados que se suma a otra ya existente de 40. “Actualmente, 4.000 y 5.000 visitas al año, pero nuestro objetivo en el plazo de unos dos o tres años es llegar a las 10.000 o 12.0000 personas”, apunta Catalán.

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