La Rioja

Las carreteras riojanas rompen la tendencia a la baja en 2019, con dieciocho muertos

Finaliza un año con más muertes por accidentes de tráfico en las carreteras riojanas que en 2018. En concreto, dieciocho personas han perdido la vida, a diferencia de las seis registradas durante el año anterior. La última se producía el pasado sábado, 28 de diciembre, cuando un hombre de 72 años, vecino de Logroño, perdía la vida la colisionar con otro vehículo en el kilómetro 320 de la N-111, en el término municipal de Lardero.

El mes de noviembre se cobraba la vida de otras dos personas. El día 16 registraba la muerte de un hombre de 71 años vecino de Tricio después de que su vehículo se saliera de la vía LR-137, en el término municipal de Navarrete, y volcara. Nueve días después, el 25, un vecino de Bermeo fallecía en el kilómetro 125 de la autopista AP-68, en el término municipal de Lardero, al colisionar con otro coche. Otro accidente de tráfico en Nieva de Cameros se cobraba la vida de una persona.

El 6 de octubre la tragedia se acentuaba en Tricio, donde un joven de 36 años y su hijo de 11 fallecían en un accidente de tráfico como consecuencia de un choque frontal entre un coche y una furgoneta. El verano también sumó dos muertes más en las vías riojanas. Una de ellas producida el 17 de julio y en la que un vecino de Alfaro de 49 años fallecía en la colisión de dos camiones en la LR-289, y otra acontecida el 24 de agosto, donde un conductor perdía la vida al volcar su coche en la carretera regional LR-201, en el término municipal de Herramélluri.

A estos dieciséis accidentes en vías interurbanas se suman dos fallecimientos producidos en vías urbanas. Uno de ellos en Logroño y otro en Haro, donde una mujer de 73 años fallecía el 28 de noviembre tras ser arrollada por un coche.

Una lista de fallecidos, por tanto, notablemente más extensa que la de 2018, según los datos facilitados por la responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico, Beatriz Zúñiga. Se rompe este año, por tanto, una tendencia a la baja en la mortalidad de las carreteras riojanas, que se cobraron 19 vidas en 2017 y otras 20 en 2016.

La N-232, ‘punto negro’ de las vías riojanas

Durante este 2019 han sido ocho las personas que se han dejado la vida en esta ‘carretera de la muerte’, seis más que en 2018. Desde que en 2017 se aprobara la prohibición de circular a los camiones de cuatro o más ejes por esta vía, redirigiéndolos a la AP-68, las muertes en la N-232 se han visto reducidas en gran medida. Sin embargo, parece apreciable cierta relajación por parte de los conductores ya que en este segundo año desde la entrada en vigor de la prohibición, la cifra de muertes se ha cuadriplicado.

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