Cultura y Sociedad

Asier Fernández: “Hemos profesionalizado el hobby del freestyle”

Nunca ha pensado desligarse del freestyle porque lo concibe como una forma de desahogo, una forma de expresar sus sentimientos y estabilizarse psicológicamente. Pero tampoco hubiera imaginado hace casi seis años que su mayor hobby le iba a permitir ganarse la vida profesionalmente. The Urban Roosters, la plataforma web líder en competiciones de rap en streaming, pero también en su labor de formar a futuros freestylers, tiene una larga historia detrás desde su nacimiento como proyecto piloto en 2013. Su director y cofundador, el logroñés Asier Fernández Pásaro, lo tiene claro: “Hemos profesionalizado un hobby”.

– Es uno de los creadores de la Freestyle Master Series, la primera liga profesional de esta actividad. ¿Cómo fueron los inicios hasta llegar donde está ahora?

– La idea de plataforma web que desarrollé junto con otros compañeros recibió el premio ‘Industria Cultural Más Creativa de España’ del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, un punto y a parte para comenzar a ver nuestra afición como un modelo de negocio, pero también como un deporte mental, porque consideramos que te ayuda a desarrollarte como persona. A partir de ahí, nos lanzamos al sector latinoamericano. En concreto fuimos a Chile, donde el Gobierno nos subvencionó el proyecto de la Freestyle Rap Federation con 30.000 euros y pudimos establecer sinergias con las principales competiciones a nivel latinoamericano de la mano de artistas españoles reconocidos, como Arkano. Fue en 2017 cuando cogimos a los diez raperos más importantes a nivel nacional y creamos la Freestyle Master Series.

– El crecimiento que ha experimentado The Urban Roosters es excepcional. ¿Cuál es el motivo de tal éxito?

– The Urban Roosters es concebido como un viaje donde consumir o generar contenido para abarcar un público más general. Nos enfocamos al primer grupo, ya que supone cerca del 85 por ciento de las más de un millón de visitas mensuales que recibe la web. Además, este año hemos optado por una estrategia multimarca, un aspecto más atractivo para las empresas a la hora de esponsorizar porque existe un público más segmentado. Así hemos conseguido crear una comunidad mucho más grande, una decisión que nos ha hecho crecer muy rápido.

Otra parte fundamental del éxito se debe a que nos hemos dado cuenta de que no podíamos a sacar a nuestro público de donde estaba. Cada plataforma te hace consumir el contenido de una forma distinta y no hacemos el típico embudo de llevar a la comunidad donde queremos. Conseguimos mejorar el contenido de cada red social para que el público se quede donde está a gusto.

– Lo plantea como un negocio más que rentable. ¿Qué niveles de facturación manejan?

– En este sentido también hemos percibido un gran crecimiento. En 2017 facturamos 206.000 euros, unas cifras también atrevidas que no se creían algunos de nuestros inversores. Al año siguiente facturamos más de 700.000 euros entre la operatividad de España y Argentina-México-Chile y este año hemos facturado dos millones y medio, 1,5 millones en España y el resto entre los países latinoamericanos.

Lo cierto es que el freestyle está cobrando mucha relevancia y estamos teniendo unos números increíbles de engagement (grado de interacción en redes sociales). Mientras que en 2017 teníamos una comunidad que no llegaba a las 400.000 personas, ahora superamos los once millones en todas nuestras cuentas de redes sociales. Generamos más de 200 millones de impactos al mes y en Youtube más de 50 millones de visualizaciones mensuales. Pero este crecimiento se ha notado sobre todo este año, donde hemos multiplicado por diez todas las cifras.

– El freestyle ya desemboca en una profesión, pero oficialmente sigue sin ser reconocido como un deporte.

– Así es, de momento no se le reconoce como tal, pero la mayoría de la comunidad de freestyle sí la considera una disciplina deportiva. Estamos trabajando para que no se perciba como una mera habilidad, como ya ha ocurrido con otros deportes como el surf o el skate, que antes tampoco eran deportes pero ya están en los Juegos Olímpicos. Por eso estamos intentando seguir un modelo similar a esos otros deportes que lo han conseguido, porque creemos que las modas mueren pero los deportes perduran. Lo que buscamos es generar un nuevo ecosistema con más oportunidades.

– El pasado sábado tuvo lugar una competición de ‘freestyle’ en Ciudad de México, donde la canaria Sara Socas se enfrentó al mexicano Rapder con rimas sobre el feminismo o la violencia machista. La batalla trascendió de tal forma que rápidamente se criticaron las respuestas del rival.

– Lo que sucedió ahí fue una clara descontextualización de una competición que no tiene nada que ver con la realidad. Ha trascendido el contenido de unas rimas concretas cuando no son los valores que se fomentan en el rap. Todos los argumentos que ambos contrincantes hicieron estaban dentro de un papel porque, como poca gente sabe, las batallas son como una actuación donde cada personaje interpreta un papel y donde el objetivo es poner nervioso al rival para lograr la victoria.

En el propio combate se puede ver cómo Rapder percibe que Sara está incómoda y deja de seguir ese argumento cuando no tenía porqué, ya que el objetivo es sacar de sus casillas al rival para que cometa errores, al fin y al cabo es una confrontación dialéctica. La sociedad amarillista en la que estamos, donde prima el salseo y las polémicas, hace que los medios más tradicionales tiren por ahí para atraer a un público más joven sin estudiar antes la situación, solo para hacer ruido.

– Y aquí en La Rioja, su tierra natal, ¿cómo ha sido la andadura?

– Pues fue gracias a que acudimos a la ADER (Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja), principalmente. Nos ayudó en todos los ámbitos, desde la financiación hasta el acompañamiento inicial, cediéndonos incluso un espacio donde trabajar. Un ahorro económico muy importante para nosotros en los comienzos del negocio. La decisión de optar por la ADER, en lugar de acudir a Madrid donde estaban todos mis socios, fue porque Logroño nos iba a ofrecer mejores oportunidades y condiciones para emprender. En Madrid solo éramos un número más y los recursos económicos también iban a ser menores.

– ¿Qué relación tienen ahora con ellos?

– Ahora la vinculación es diferente, pero me gustaría retornar un poco todo ese tiempo y recursos que han invertido en ayudarnos a crecer. Devolvérselo un poco a la comunidad. Ese sería el espíritu. Me gustaría sacar tiempo para dar charlas formativas y hablar con gente que está en la situación en la que estaba yo en 2014 para que cometan menos errores de los que yo he cometido.

Por otro lado, este ha sido el cuarto año que hemos celebrado en San Mateo una competencia dentro del Circuito Profesional. Pero en 2021, porque en 2020 ya está el calendario cerrado, me gustaría traer el estandarte de la Liga Profesional a mi ciudad, aunque para ello también se necesita de la ayuda y apoyo de las administraciones municipales.

– ¿Mira nuevos horizontes más allá de las fronteras hispanohablantes?

– Como meta inicial, porque Asia es otro gran mercado, me gustaría llegar a Estados Unidos, la meca del hip hop, aunque es más complicado por la gran competencia que existe dentro del sector. De momento, el año que viene vamos a centrarnos en Portugal, Italia y Francia, la cuna del rap. Previamente ya tuvimos alguna experiencia en Italia, pero en castellano, así que ahora queremos dar el salto en su idioma.

– ¿Y más allá de las batallas?

– Sí tenemos pensado sacar otras líneas de negocio. Estarán enfocadas, sobre todo, en la generación de nuevos contenidos laterales alrededor de las competiciones y en el estilo de vida de nuestros atletas, así como las sinergias con otros deportes. Por otro lado, la comunicación tampoco queremos que se escape de nuestras líneas de inversión y para ello queremos empezar a monetizar también nuestras redes sociales. Queremos hacer de nuestra comunicación una microempresa que genere contenidos.

Subir