Como conductor del vehículo, quisiera aclarar la situación que se detalla en el incidente ocurrido el pasado 14 de agosto en la Línea 1 del autobús urbano de Logroño, en la que se me acusaba de dirigirme con malas formas a tres chicos autistas en la parada más próxima a la iglesia de Lardero.
Todo fue un malentendido de parte de los monitores, jóvenes y -parece ser- con poca experiencia a la hora de proteger a los niños autistas; así como una mala interpretación por parte de una pasajera. Cuando vi pasajeros entrando por la puerta trasera, me giré hacia ellos y, sin saber quiénes eran, les indiqué que tenían que entrar por delante.
Yo estaba sentado en mi asiento y entró un chico y me dijo que eran de ARPA, que siempre entran por detrás avisando al conductor y yo le respondí que a mí eso me parece mal y peligroso. Pensando en la seguridad de estos niños, no me callé y le volví a decir que tiene que entrar por delante. Parece que ellos se enfadaron y saltó su compañera, entrando en un enfrentamiento conmigo, diciéndome que no hago bien mi trabajo, por lo que -para defender mi postura- les dije que cada cual es responsable en su autobús, pero yo lo soy en el mío.
Fue entonces cuando el monitor bajó a los niños y los volvió a subir por delante, entendiéndome mal porque se lo indicaba para la próxima vez. Entonces la gente de dentro vio e interpretó las cosas a su entendimiento, porque yo no mandé bajar a nadie y lo de los niños gritando fue una exageración de los testigos.
Quiero añadir que nosotros cuando hicimos el curso de cómo tratar a los discapacitados nos dijeron que lo primero era garantizar la seguridad. Y entrar siempre por detrás, sin ningún aviso previo, es poner la gente en peligro. Por ese motivo no me callé y dije las cosas tal y como deben ser Al fin y al cabo, son personas como nosotros hay que tratarlos por igual.
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
