La Semana Santa es esa época del año en la que todos miramos al cielo. Los cofrades necesitan saber si el agua les puede arruinar el trabajo de todo un año, como ya le ocurrió a la Cofradía del Jesús Cautivo este lunes, y el resto de ciudadanos buscan el sol desesperadamente para aprovechar los cinco días de vacaciones. Las predicciones del tiempo no pueden equivocarse si no quieren someterse más tarde al escarnio público.
Así las cosas, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha lanzado una alerta de nivel amarillo para La Rioja que arranca este Jueves Santo. En concreto, por tormentas tanto en el valle del Ebro como en la zona de la sierra. Serán las zonas altas de la región las que más pueden sufrir el ‘azote’ del agua, como ya ocurriera a comienzos de la semana (Lumbreras registró sesenta litros por metro cuadrado en un día).
Hasta quince litros por metro cuadrado pueden acumularse en una hora este Jueves Santo, centrándose el aviso hasta las 18 horas para la ribera del Ebro y hasta la medianoche para la zona de la Ibérica. Mal asunto para las procesiones, ya que las previsiones apuntan a tormentas de carácter disperso y ocasionales. Es decir, cuando caiga.
La cota de nieve oscilará entre los 1.700 metros y los 2.200 de altura. Este miércoles, la estación de esquí de Valdezcaray ha abierto con ocho pistas y casi ocho kilómetros esquiables. El espesor se encuentra entre los veinte y los cincuenta centímetros, por lo que puede ser una buena ocasión para hacer los últimos descensos de la temporada.
En cuanto a las temperaturas, serán suaves en el comienzo de la Semana Santa (entre diez y dieciocho grados). El mercurio subirá el viernes y el sábado para las máximas, aunque las mínimas serán más bajas día tras día.
