La Rioja

La UD Logroñés sabe sufrir y factura las maletas al playoff

Sin sufrimiento no hay gloria. Y para la Unión Deportiva Logroñés, ese discurso es algo que tiene asimilado desde que en la primera vuelta ‘reseteara’ su planteamiento de juego. Quien da primero, da mejor. La brillantez queda a un lado y lo importante es sumar. Preferiblemente, de tres en tres. Si por el camino hay que padecer, pues se padece.

Como lo ha hecho el equipo de Sergio Rodríguez este sábado en Urritxe, donde el empuje del Amorebieta a punto ha estado de convertir en una pesadilla el viaje de vuelta. La renta de dos goles de ventaja se le ha hecho escasa a un equipo, el riojano, que ha metido la directa hacia un playoff que ya parece asegurado y recorta temporalmente distancias con Mirandés y Racing de Santander, que juegan este domingo.

No pudo empezar más de cara el duelo para los blanquirrojos. Volcados sobre el área rival en cuanto el cuero echó a rodar, no se había consumido el segundo minuto de partido cuando Ander Vitoria recibía un pisotón en el interior del área. Penalti tan inocente como claro. Una pasada de frenada que colocaba el balón a los once metros. Y Rayco, aún con el regusto de sus dos goles ante la Gimnástica, la mandó a guardar.

El viento soplaba a favor, pero aún quedaban 88 minutos de tempestad por delante. El tanto riojano, eso sí, descolocó a los locales, que a punto estuvieron de volver a pagar caros sus despistes. En el minuto 20, una indecisión entre la defensa y el portero dejó a Rayco con el balón en sus botas y toda la portería para acomodarla, pero los rápidos reflejos de Simic evitaron el 0-2 sobre la misma línea de gol.

Siete minutos más tarde, Tascón tuvo el empate en sus botas, al culminar una buena combinación en el área con un duro disparo que Miguel logró enviar a córner.

Acción y reacción

Pero no se dejó intimidar el cuadro riojano, que a cuatro minutos del descanso aumentó su renta con un gol de kilates. Juan Iglesias inició un contragolpe desde el flanco derecho, adelantó el cuero para Ander Vitoria, que prolongó con la entrada de Marcos André, que la reventó de un disparo raso a las mallas (0-2, m.41).

En cambio, esta vez sí reaccionó el Amorebieta. Solo dos minutos después, recordaba distancias con un cabezazo a la red de Iturraspe, que anticipó una mala salida de Miguel para despejar de puños (2-1, m.43).

Con 45 minutos por delante y solo un tanto de desventaja, el Amorebieta saltó lanzado a por el empate. Y si Miguel había errado en el tanto local, evitó la igualada en el 64, sacando de un manotazo un potente cabezazo de Soberón que buscaba la red.

De pronto, el estadio parecía estar inclinado en una pendiente que concluía en la portería riojana, que no sabía muy bien cómo hacer frente a las embestidas vascas. El único camino posible para sacudirse la presión era el del contragolpe, y a punto estuvo Rayco de resolver el encuentro en uno de ellos a falta de un cuarto de hora, pero Jon Tena solventó el mano a mano para mantener vivo a su equipo.

El encuentro desembocó en una suerte de correcalles en el que el centro del campo era solo territorio de paso. El Amorebieta, volcado en el empate. La UD Logroñés, en busca del contragolpe definitivo. Ni una cosa ni la contraria se produjo y los riojanos mandaron el botín a facturar. Nadie remonta a la UD Logroñés. La UD Logroñés es la resistencia.

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