Entrevista

“Hasta 2025 tendremos problemas con las agendas de Atención Primaria”

El director del Área de Salud, José Miguel Acítores, señala que “harían falta diez o doce médicos más para descongestionar las consultas”

José Miguel Acítores, director del Área de Salud de La Rioja

La saturación de consultas en lo que se ha venido en llamar las ‘agendas de la vergüenza’ no tiene fácil solución. Toca esperar. Así, al menos, lo entiende el director del Área de Salud de La Rioja. José Miguel Acítores apunta al problema demográfico para explicar los problemas en la rotación de facultativos en el Servicio Riojano de Salud, pero también en el resto del país: se jubilan más médicos de los que se incorporan al mercado laboral. El principal responsable en la organización de los galenos riojanos aborda este y otros asuntos de actualidad en una entrevista con NueveCuatroUno.

-¿Cuál es el diagnóstico actual del Servicio Riojano de Salud?

-Goza de buena salud. Si nos fijamos en los grandes indicadores, los datos están ahí: somos una comunidad muy bien valorada por los pacientes, contamos con una elevada esperanza de vida y en cualquier otro indicador de morbilidad somos punteros respecto al resto de regiones.

-Al personal, no obstante, lo tienen un poco revuelto últimamente.

-El personal tiene motivos para reivindicar una mejora en la atención a los pacientes, pero también es verdad que la situación no es exclusiva de nuestra comunidad. Tenemos un problema de ámbito nacional que tiene sus particularidades en cada región. España es un distrito único en la formación de especialistas y la acreditación de títulos de otros países también es estatal, incluso la financiación de los servicios regionales de salud. La reforma MIR de Atención Primaria de 1981 fue muy positiva en su momento porque cambió sustancialmente el trato con los pacientes, pero ahora esos profesionales son los que tienen que jubilarse y hemos pasado de una fase en la que 31.000 facultativos se incorporaban cada año a la actividad asistencial a otra en la que acaban su formación entre cuatro y siete mil. Con el problema añadido, además, de que necesitan de cuatro a cinco años de formación añadida para poder trabajar en la sanidad pública.

-¿Cómo repercute eso en los servicios de Atención Primaria y Atención Especializada en La Rioja?

-Todas estos factores hacen que estemos en una situación en la que el número de profesionales que tienen previsto jubilarse es casi mayor que el de profesionales que se tienen que incorporar, lo que tensiona tanto a la Atención Primaria como a la Atención Especializada. El problema no es tanto de las plazas que tenemos cubiertas como a la hora de cubrir el trabajo de esos profesionales cuando se aplican derechos reconocidos, como vacaciones o días de permiso. Tenemos que ser conscientes de que no podemos volver a la situación en que teníamos 20.000 parados para estos casos, sino buscar otras fórmulas administrativas que permitan que cuando un compañero se marcha alguien pueda cubrir su vacante con garantías. No sé si hemos hecho todo lo que teníamos que hacer hasta llegar a este punto, pero cada comunidad con sus circunstancias tiene esta tensión y persigue lo mismo que la nuestra: poder atender a sus pacientes de la mejor manera posible.

-¿Qué medidas se pueden tomar con carácter inmediato para paliar esta situación?

-La Administración es un gran buque con un rumbo que no se puede cambiar 90 grados de un día para otro. Hay cosas que se pueden hacer, cosas que estamos haciendo y cosas que nos gustaría hacer pero que tenemos que afinar con los profesionales. Este año se amplía en un 7% el número de plazas MIR, estamos mejorando los contratos de las personas que acaban en mayo para que se queden con nosotros y les estamos ofreciendo contratos interinos hasta que salgan a concurso-oposición, además de alargar la edad de jubilación hasta los 67 años. No obstante, hay que repensar la atención sanitaria, especialmente la primaria, y eso llevamos haciéndolo a nivel nacional desde hace años.

-¿Cuántos profesionales más harían falta en la región para desahogar las agendas médicas?

-Los próximos cinco años son los peores, según nuestras previsiones. Creemos que en 2025 se invertirá la tendencia en la proporción de profesionales que se incorporan al trabajo y los que se jubilan. Ahora mismo, si tuviéramos entre diez y doce profesionales más en La Rioja seguramente no tendríamos ningún problema en el ámbito de las sustituciones. Hay que pensar que los facultativos en activo están haciendo un esfuerzo importante porque están haciendo actividad continuada (guardias) que en otro momento podrían decidir no hacerla.

-Hablando de guardias, fue muy llamativa la renuncia de un médico en Arnedo por tener que trabajar 31 horas seguidas.

-No digo que sea mentira, pero la libranza después de una guardia de 24 horas está absolutamente reconocida; es un derecho y nadie puede obligar a un facultativo a que trabaje después de una actividad continuada. Me reuní con ese profesional y me transmitió que ya tenía decidida su salida. Que la anticipó porque tenía una plaza en Valencia y en otro destino. Él no quería hacer guardias en ningún sitio, pero ya le transmití que lo de las 31 horas no es así, porque hay una sentencia judicial de 2012 que reconoce su derecho a la libranza.

-Más frentes abiertos: los vecinos de Ribafrecha se van a concentrar todos los lunes hasta que el médico recupere su horario completo de consulta.

-El compromiso que se ha trasladado al centro de salud es que esta situación se revertirá en cuanto sea posible. Creemos que en mayo lo será, porque acaban su formación MIR seis mil profesionales, pero también hay que entender que las sociedades científicas recomiendan un número de pacientes por facultativo para poder atenderlos con todas las garantías. Villamediana va creciendo y lo razonable es que en poco tiempo precise de una plaza más. Asimismo, si un profesional atiende a quinientos pacientes y en otro centro atiende a 1.700, tampoco sabría decir quién es el perjudicado. Entiendo que cuando a alguien se le quita algo que tiene lo asume como ‘protestable’, pero también hay que entender que se pueden sentir agraviados otros municipios que funcionan como lo hace actualmente Ribafrecha.

-¿Qué pensó al ver la foto viral de los pacientes tumbados en el suelo de los pasillos de Urgencias del Hospital San Pedro?

-Pensé lo que confirmé, que era una especie de montaje. Desde un primer momento no nos cuadraba porque no fue un día especialmente complicado, los planes de contingencia funcionaron adecuadamente y la zona en la que estaban tumbados era de ‘no atención’, además de que al fondo se ve que había sitio en las sillas. Los profesionales sanitarios me confirmaron que no tenía ningún sentido. Cualquier paciente puede tener la libertad de tumbarse donde quiera por cualquier motivo y aparecer otro para hacerle una foto. Ese día vinieron 150 pacientes por la mañana, pero fue una jornada tan normal como la de cualquier otro lunes o martes; no tenía ningún sentido y a los profesionales de Urgencias les pareció lamentable que se diera esa imagen, porque distorsiona un centro que el 97% de pacientes recomendaría a terceros.

-¿Su instinto le dice que fue un montaje preconcebido o una circunstancia que se aprovechó para difundir un mensaje distorsionado?

-No lo sé. No quiero investigar quién hizo la foto porque los motivos por los que un paciente accede al centro forman parte de la confidencialidad de la asistencia sanitaria. Creo que puede haber un paciente que en un momento determinado tome una actitud de este tipo y también que haya alguien solo para tomar una foto, porque a los diez minutos ya se ha ido. Pero no quiero sacar conclusiones sin datos. Lo que puedo decir es que esa persona podría haber estado sentada en la sala de espera y, que si precisaba una atención más urgente, habría sido triada seguro porque la prioridad de la asistencia no la da el orden de llegada al hospital sino el triaje. La foto no me gusta porque no obedece a la realidad y si alguien se sentó allí, algún profesional le diría seguro que se ubicase en otro lugar, porque ese no era el adecuado. Lo de menos es si es involuntario o intencionado, pero es totalmente innecesario el mensaje que se ha lanzado, porque había capacidad asistencial más que suficiente.

-¿Es necesario un pacto de Estado por la sanidad?

-Todas las comunidades estamos trabajando en un grupo específico para el ámbito de la Atención Primaria, en el que también participan ciudadanos y asociaciones de pacientes, y a mediados de abril habrá un documento definitivo sobre dónde estamos, hacia dónde queremos ir y cómo temporalizamos las acciones que se llevará a la Interterritorial del próximo año para homogeneizar la atención sanitaria en todo el país. ¿Pacto de Estado? Los pactos nacionales no son fáciles, pero sí he sentido en todas las mesas de negociación que todas las comunidades, con independencia de su signo político, tienen el mismo problema y el aspecto sanitario debe quedar fuera del ámbito político en todos los aspectos. Hacemos un flaco favor a la sanidad generando inequidades por decisiones unilaterales de diferentes comunidades.

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