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Standard Profil se hace con las instalaciones de Unipapel en Logroño

La planta de Unipapel en el polígono de Cantabria de Logroño dejará de ser una espacio en desuso: Standard Profil se ha hecho con las instalaciones de la ya extinta Unipapel, tal como ha informado este jueves Noticias de La Rioja. De esta manera, según se explica en la información de dicho diario, “la empresa que fabrica piezas de automóvil, en concreto, los perfiles de goma que se colocan en las puertas para garantizar su estanqueidad, con plantas en Varea y La Portalada, ha adquirido la fábrica de Unipapel”.

Con tal compra, se apunta desde el medio, la intención de la compañía internacional es trasladar los actuales centros de producción de dos de sus filiales, Talleres Lispar, actualmente en La Portalada, y Manipulados Mendavia, en Mendavia, al lugar en el que funcionaba hasta 2016 la antigua papelera.

Este movimiento vendría a confirmar las intenciones de Standard Profil, de capital turco, que en 2012 se hizo con Permolca, de mantener su actividad en La Rioja, mitigando así los temores ante una posible deslocalización. Si bien, como apunta el Noticias de La Rioja, “no queda garantizado que vaya a mantener su actual volumen de plantilla”. Todo ello, a tenor de la reducción de efectivos el año pasado en Manipulados Mendavia y en Talleres Lispar.

Según los datos publicados por Noticias de La Rioja, Standard Profil, cuenta en España con tres plantas en La Rioja y la de Mendavia y da empleo a unos 800 trabajadores, con una facturación de 140 millones de euros. Cabe recordar que la propiedad, de origen turco, es a día de hoy un gigante de la automoción y atesora 13 plantas, distribuidas en siete países, y más de 8.000 empleados.

La historia de Unipapel sería, quizás, la opuesta… Uno de los referentes del sector de la papelería, fundado en la década de los 40, convertida en la marca Unipapel a mediados de los 70, vio cómo la entrada de capital riesgo, el famoso Springwater, en 2014, desembocaba en un fatídico final. En 2016 cerraba sus puertas, dejando en la calle a casi trescientas personas de sus tres plantas, sesenta de ellos provenientes de las instalaciones riojanas. Ahora sus instalaciones recobran la vida, pero en otro sector.

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