No hay buenas noticias para el comercio riojano. El año 2018 ha cerrado con 5.785 comercios, 82 menos que en 2017 (5.867) y todavía mucho más lejos de los datos de 2007, donde se alcanzaron los 6.736. Así lo ha determinado la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Rioja (UPTA) con su radiografía anual.
El método de investigación ha constado de 149 encuestas, realizadas entre los días 3 y 10 de enero de 2019. En ellas, han participado 91 comerciantes de Logroño, 23 de Calahorra, 20 de Arnedo y 15 de Haro.
La situación es complicada. El 94% de los encuestados no han registrado mejora de las ventas. Sin ir más lejos, el 36% reconoce incluso un empeoramiento de la situación. Las causas son diversas. El 84% entiende que el factor más negativo son las evolución son las compras online (48%) y las grandes superficies (36%).
A pesar de la recurrente polémica surgida sobre los aparcamientos, sólo el 16% entiende que sea el principal problema. La compra cibernética es especialmente habitual en el tramo de edad entre 15 y 30 años (84%), reduciéndose progresivamente hasta sólo significar un 21% en el tramo de edad 50+.
Por sectores, se ha detectado que puede haber bajas en textil, mercerías, regalos y electrodomésticos en 2019. Esto se debe a la avanzada edad de los comerciantes y la falta de relevo generacional.
El sector advierte la rápida subida de las transacciones vía Internet relativas a viajes, música, pequeño electrodoméstico y artículos de informática. Las mayores facilidades en la devolución y el cambio de artículos resultan decisivos en esta evolución.
Horizonte complicado
Preguntados sobre las campañas que se realizan para potenciar el comercio, el 58% creen que benefician, pero el 29% creen que perjudican, al paralizar las ventas los días anteriores a las campañas y no recuperarlas los días señalados.
El 42% cree que en verano es cuando se produce el tope de productos vendidos. Por detrás, el 34% cree que son las Navidades y el 24% durante las rebajas. En éstas últimas, agradecen el pico de ventas del primer día, aunque después de Reyes vuelvan a ralentizarse.
En conclusión, para UPTA es necesaria una mayor coordinación entre las diferentes asociaciones comerciales para optimizar los recursos. El organismo explica que ante la destrucción de uno de los principales sectores de actividad de los autónomos, sin existir medidas paliativas por parte de la Administración.
Para ellos, existe la necesidad de adaptarse a lo que denominan “cuarta revolución industrial”. La solución pasaría por la cooperación económica entre autónomos y la modernización de los medios de producción. Sin embargo, lamentan amargamente que no haya una sola medida al respecto.
