Gastronomía

El último café y el último trozo de tarta en Winederful Hostel

Un café y un trozo de tarta esperaban en el mismo sitio de siempre. A la sombra de la Plaza del Mercado, escondido en un recoveco de la calle Herrerías, dos opciones para el postre después de una pequeña ruta gastronómica de domingo por la calle San Juan: chocolate con Nutella o zanahoria. Serán los dos. Compartimos. Tras una mañana de lluvia, sale el sol. Luego vuelve a llover y vuelve a salir el sol. Toca resguardarse.

Al calor de la imagen de una hoguera que sale por la televisión del bar y con un aroma a café que ya lo quisiera para sí un Starbucks, suena la música de The Logues -I Don’t Love You At All-. Al menos, eso dice Shazam que está sonando. Dos cafés y dos trozos de tarta. No queda mucho más. El Winederful Hostel & Café aguarda con su habitual tranquilidad su cierre hasta el próximo 1 de marzo.

“Es que es temporada baja y nos cogemos vacaciones”, apunta la camarera. Una familia con niños llega al poco tiempo y da con los últimos trozos de tarta. Qué pena. Uno de los críos rompe parte del mostrador, pero no pasa nada. “Tranquilo”. El bar del primer “hostel al estilo europeo” de Logroño –ha recibido multitud de premios desde su apertura en agosto de 2017– se va llenando poco a poco y va rompiendo su silencio.

Otra pareja se une al café de domingo. Unos minutos más tarde, un grupo de amigos. El secreto ya no es tan secreto. En plena ruta jacobea y en el corazón del casco antiguo de la capital riojana, el café para los muy cafeteros se abre paso. Un saloncito con muebles de aire vintage, unos sofás cómodos y un gran ventanal para constatar que fuera sigue lloviendo y arrecia el fuerte viento. Lo siguiente será un gin-tonic.

Ticket. Dos cafés (3 euros) y dos trozos de tarta (5 euros). Total: 8 euros.

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