Un empresario ha aceptado dos años de prisión y una multa de 1.825 euros por montar un taller ilegal de calzado en Arnedo, donde trabajaban once personas sin estar dadas de alta en la Seguridad Social y con riesgo por su salud debido a las condiciones en las que se encontraba el local.
El acusado ha aceptado un año de cárcel por cada delito que se le imputaba, por lo que la pena queda suspendida con la condición de que el condenado no vuelva a delinquir en los próximos tres años. Asimismo, deberá indemnizar a la Tesorería General de la Seguridad Social por el impago de las cuotas de los trabajadores no afiliados.
La decisión también contempla que no cabe sustituir la pena de prisión por la expulsión del empresario de España debido al arraigo familiar y social en el territorio nacional.
El caso
El hombre es de nacionalidad georgiana y tenía 36 años en el momento de la detención (ocurrida en 2017), al que se le imputaban un delito contra los derechos de los trabajadores y otro contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. El taller desmantelado estaba situado a la entrada de Arnedo, en la zona de supermercados, y no reunía las mínimas medidas de seguridad e higiene, al margen de carecer de los controles e inspecciones reglamentarias.
En la nave, se había instalado un taller clandestino destinado a la confección de calzado y en el que todos los ventanales estaban tapados para que no pudiera verse la luz desde el exterior y evitar ser detectado o sufrir una inspección.
