Los residentes del entorno del colegio Agustinas en Logroño llevan varios meses inquietos. Un vecino está alterando la convivencia de esta tranquila zona de la capital riojana, donde hay sospechas de que se está maltratando a varios animales que vivirían en condiciones higiénicas y sanitarias muy deficientes. La policía ya está sobre la pista de este sujeto, que además lleva varios meses sin hacerse cargo de su alquiler.
Los vecinos han denunciado en varias ocasiones ladridos a cualquier hora del día y de la noche surgidos desde esta casa, personándose los agentes en el edificio para comprobar qué ocurría. Sin embargo, hasta que no haya una orden judicial con la que poder acceder al interior de la casa, poco más pueden hacer. Puestos en contacto con NueveCuatroUno, han señalado que no se explican “cómo es posible que no se pueda poner fin a esta situación y proteger a los animales”.
En las últimas semanas (dos meses, aproximadamente), han aparecido dos perros muertos en las inmediaciones de esta zona y todo apunta a que procederían de esta casa. El primero de ellos era un pastor belga que presentaba varias cuchilladas, siendo encontrado su cuerpo después de una fuerte discusión que se produjo en la ya mencionada casa habitada por un okupa.
Más sospechas
El segundo perro muerto , otro pastor belga, apareció hace un mes dentro de una maleta en un contenedor de la misma zona. El pasado domingo, según han relatado los vecinos a este medio, comenzaron a escucharse nuevos ladridos a deshoras, provocando un nuevo malestar en la zona. Tras avisar a la policía y personarse los agentes, todo cesó. Demasiado rápido.
Los fuertes alaridos que comenzó a dar otro perro alertaron a los habitantes de la zona, que creen que el animal estaba recibiendo una fuerte paliza de su ‘dueño’. De repente, el silencio. No se volvieron a escuchar más ladridos. Las sospechas sobre un nuevo asesinato volvieron a Vara de Rey e, incluso, los vecinos han buscado estos días entre los contenedores para comprobar si había alguna señal o pista de la situación.
La policía ha vuelto este martes a personarse en el domicilio, aunque siguen sin poder acceder al interior de la vivienda. Los agentes creen que hay varios perros dentro de la misma, aunque no tienen forma de saber si el animal presuntamente apaleado el domingo es uno de ellos, ni de si está vivo, muerto o agonizando. Las incógnitas y la incertidumbre en el vecindario continúan mientras esperan que el Juzgado actúe.
