El Rioja

Mi nombre me sabe a Rioja: “¡Todas las botellas se llaman como yo!”

Una familia japonesa lleva por primera vez a una bodega a su hija, bautizada como homenaje a sus vinos

FOTO: Bodegas Lecea

Hay nombres deliciosos por su sonoridad, nombres comunes, nombres con rima, nombres bíblicos,… Decidir cómo se llamará alguien de por vida es uno de los debates fundamentales que toda pareja debe afrontar al saber que extenderá su prole. Aunque en el caso de una pareja de japoneses, la discusión apenas duró unos segundos.

Es así como Rioja Sakai vino al mundo. No, no se trata de una variedad de vino inspirada en el imperio del Sol Naciente. Rioja es el nombre de una pequeña de nueve años, de esas cuya mirada ilumina su entorno. Una pequeña que este verano ha conocido ‘in situ’ de donde procede su nombre.

FOTO: Bodegas Lecea

Originarios de Tokyo y residentes en Michigan (Estados Unidos), los Sakai han acudido al calor del estío a conocer La Rioja un poco más a fondo. El matrimonio ya visitó la región durante su luna de miel y quedó tan prendada de la cultura del vino que entendió que no había un nombre para su hija más plagado de matices que Rioja.

Ahora, una década después, la pareja ha regresado a nuestra comunidad para que la benjamina de la familia conozca en persona el motivo de su nombre. Ha ocurrido en San Asensio, en Bodegas Lecea, donde aseguran que “la chica estaba muy emocionada; nos explicó que en el colegio le contaba a todos sus compañeros de dónde procede su nombre y se quedó maravillada al comprobar que todas las botellas de nuestra bodega se llaman como ella”.

FOTO: Bodegas Lecea

La firma riojalteña no solo ha emocionado a la pequeña Rioja, sino que además ha querido tener con ella un detalle que no olvidará jamás. “Sus padres nos preguntaron si teníamos alguna botella de la añada 2009, cuando nació su hija, y aunque no lo tenemos a la venta, le regalamos una para que la saboree cuando cumpla los 18 años”.

Será entonces, en 2027, cuando en algún remoto lugar del planeta una niña hecha mujer descorche una botella de Lecea Reserva 2009 y en ese preciso instante pueda decir sin temor a equivocarse que su nombre le sabe a Rioja.

Subir