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Medio millar de blanquiazules arroparán al Náxara en Langreo

Cuatro horitas de coche (algo más en autobús) para llegar y otras tantas para volver, con las incomodidades propias de la clase turista. Tonterías. Serán cuatro horas de nervios e impaciencia para el medio millar de najerinos que arroparán a su bien más preciado, el Náxara, en el Nuevo Ganzábal de Langreo este domingo.

Los blanquiazules se juegan el pase a la final del playoff de ascenso a Segunda B. A las cinco de la tarde, cuando el balón se ponga en movimiento, los de Diego Martínez habrán puesto ya un pie en la última ronda, gracias al 2-1 cosechado en La Salera. Poner la otra extremidad ya es otra historia. Nadie en Nájera lo da por hecho y el vestuario afronta el encuentro como la mismísima final de la Champions.

Y como es ya costumbre en la capital del mueble, el Náxara no caminará solo este fin de semana. La directiva blanquiazul ha fletado hasta cuatro autobuses para cargarlos de ánimos en las gargantas de sus aficionados y los vehículos particulares que se desplazarán al Principado se cuentan por decenas.

“Los primeros días había un poquito de incertidumbre, pero conforme ha ido avanzando la semana la gente se ha ido animando y ha respondido como siempre acostumbra”, señalaba el máximo dirigente najerino, Marcos Martínez, en los micrófonos de Onda Cero La Rioja.

El presidente blanquiazul aseguraba este viernes que los contactos con su homólogo en Langreo “han sido continuos durante toda la semana”, a efectos de impedir que se repitan incidentes como los hechos aislados del pasado domingo en La Salera y el protagonismo sea exclusivo para los futbolistas.

Ausencias

En lo estrictamente deportivo, Diego Martínez tendrá que apañárselas en Ganzábal sin las dos joyas de su corona, Javi Martínez y Achi, que en el encuentro de ida vieron la tercera cartulina amarilla del playoff y deben cumplir ciclo de amonestaciones. Sin ellos sobre el césped, todas las miradas se centran en el estado físico de Orodea, que reapareció en La Salera para jugar el último tramo de encuentro y marcar el tanto de la victoria ‘sobre la bocina’, a centro de Rojo.

Aún en caliente, tras el encuentro de La Salera, Diego Martínez le restó importancia a las ausencias de los dos jugadores sancionados este fin de semana. “Tenemos 22 jugadores preparados para competir; están todos bien y con muchas ganas de participa”, dijo. Y no era uno de esos típicos lugares comunes a los que recurren los técnicos casi en automático.

El mayor patrimonio del Náxara en estas últimas temporadas ha sido sin lugar a dudas la cohesión de su bloque. Si caen juntos, entre todos se levantan. La gloria es para todos porque entre todos la conquistan, vaciándose cada uno de ellos por el objetivo común. Así que no importa que Achi no esté  en Ganzábal. Tampoco que falte Javi Martínez. De no echarlos de menos ya se encargan los 500 najerinos desplazados a Asturias y sus gritos de aliento. De esos que ganan partidos.

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