La Rioja

Cruce de denuncias entre los vigilantes de seguridad del San Pedro y su agresor

El Palacio de Justicia acoge este martes la vista oral del juicio contra el expaciente de Psiquiatría que la pasada semana agredió a dos vigilantes de seguridad en el Hospital San Pedro de Logroño, durante el transcurso de una visita a un familiar.

Según relataron el jueves los propios vigilantes del Hospital al sindicato CSIF, el agresor acudió al centro acompañado de varios familiares, sobre las once de la mañana. Primero entró por el servicio de Urgencias, donde atacó a uno de ellos y, después, propinó un puñetazo por la espalda a otro vigilante que fue el peor parado, ya que sufrió varios golpes en la cara que le produjeron numerosos hematomas y una inflamación de retina que necesitaron de atención médica, además de romperle las gafas.

La otra versión

En la declaración ante la Policía, a la que ha tenido acceso NueveCuatroUno, el acusado reconoció haber agredido a uno de los vigilantes, matizando que “no le dio un puñetazo, sino un golpe con la mano abierta”. Consultado sobre los agentes sobre el motivo que le llevó a cometer la agresión, el denunciado se refirió a unas agresiones presuntamente sufridas hacía aproximadamente quince días”.

Entonces, el acusado estaba ingresado en el hospital debido a un trastorno diagnosticado esquizoide y paranoico. En un momento dado, “discutió con unas enfermeras” y volcó una mesa que se encontraba en la sala, por lo que “dos o tres de seguridad, así como enfermeros y enfermeras, se echaron encima del declarante para reducirlo”, subiéndolo a una camilla de contención donde “le ataron manos, pecho, pies y cabeza”.

“Agarrado por los testículos”

Fue entonces cuando -según la versión dada a la Policía por parte del acusado- uno de los vigilantes agredidos la pasada semana “le quitó un términal móvil, rompiéndolo con ambas manos”. También tenía en la mano un mechero que se resistía a soltar, “por lo que el vigilante de seguridad que le ha denunciado y al que se ha hecho referencia que ha agredido cogió fuertemente al declarante de sus partes íntimas, mientras que otro vigilante le tenía cogido con ambas manos del cuello y con la rodilla en la sien”.

Aquel episodio no terminó ahí. “Posteriormente le llevaron a una habitación que tenía una cámara y, estando atado, este vigilante le puso una almohada en la cabeza para que las enfermeras le pinchasen una inyección”, apunta la declaración ante la Policía, añadiendo que “cuando soltó la almohada y se disponía a irse, este trabajador le dio dos puñetazos en la cara, teniendo que echarse encima las enfermeras para que no le pegase más y diciéndole ‘ya nos veremos’ posteriormente”.

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