El accidente de este lunes en Entrena rompe una dinámica de 132 días en la que los accidentes registrados en las carreteras riojanas se habían saldado sin consecuencias fatales. Cuatro meses y después, el luto vuelve a ser el epílogo de un percance al volante, si bien hace apenas tres días una vecina de la región (concretamente, de Logroño) perdía la vida en un trágico accidente en Laguardia.
El precedente inmediatamente anterior se producía el 3 de octubre en Calahorra, cuando tres personas perecían como consecuencia de un choque frontal entre un camión y una furgoneta. Aunque cada fallecimiento implica un dolor irreparable para su entorno más cercano, la conclusión es que este 2018 está siendo más benévolo que el pasado año, cuando por estas fechas La Rioja ya registraba cuatro víctimas mortales en la carretera: tres de ellos tras un choque frontal en Murillo de Río Leza el 10 de enero y un cuarto nueve días después, tras un accidente en Casalarreina.
