El portavoz del Ayuntamiento de Logroño, Miguel Sainz, ha señalado este lunes que el Consistorio ha emitido dos requerimientos a dos propietarios de sendas viviendas en la calle Marqués de la Ensenada para poder proceder al acceso, registro, comprobación y posible limpieza de sus casas, ante las quejas de los vecinos del barrio por una probable situación de Síndrome de Diógenes y multitud de problemas provocados por sus habitantes.
En los micrófonos de Radio Rioja (Cadena SER), Sainz ha indicado que la situación también va a ser remitida al Juzgado en el mes de enero para conseguir una orden de registro: “Creo que a finales de enero podremos tener alguna respuesta, pero ya anticipo que va a ser una tramitación larga y lenta porque hablamos de entrar en una propiedad privada. Parece que sí que hay gente dentro, pero sólo con una orden judicial podemos limpiar e incluso ofrecernos para llevarnos a estas personas en un centro donde puedan ser atendidas de su enfermedad”.
Ante la petición de más información por parte de NueveCuatroUno, desde el Ayuntamiento se han limitado a pedir cautela porque es precipitado hacer una afirmación sobre la enfermedad que podrían sufrir estas personas. Además, tendrían que intervenir los técnicos de Servicios Sociales.
La semana anterior, en el espacio radiofónico que el edil tiene para contestar directamente a los logroñeses, un vecino de la citada calle se quejaba del sufrimiento de los habitantes de esta céntrica zona de la capital riojana: “Los vecinos están hartos de ir al Ayuntamiento. Además de ser violentos, romper puertas y tiestos, hacer todo tipo de tropelías, tienen el síndrome de Diógenes: guardan aluminios, basuras… se llevan de todo a sus casas”.
Hace años, relataba este vecino, ya se les desocupó de estas casas, “pero parece que para hacer algo tiene que ocurrir algo grave. “Ya el mes de marzo hubo una explosión en un habitáculo de esta casa, cayeron cristales de la ventana a la calle, una persiana pasó al otro lado de la calle aunque afortunadamente no ocurrió ninguna desgracia personal”, añadía.
Según cuenta este vecino, ante este suceso se personó la Policía, ante la negativa de uno de estos individuos a abrir la puerta: “Cuando abrió, el Policía no estuvo ni 30 segundos dentro. Eso era infumable. Imagínese lo que debe ser esa casa para que el Policía inspeccionara lo que había ocurrido en menos de 30 segundos. Todo esto lo sabe el Ayuntamiento porque los vecinos se han personado allí con frascos de todo tipo de bichos y les han dicho que no estaba quien les debía atender”.
“No sé cuándo llegará el día en el que saquen todo lo que hay allí. Hay vecinos que duermen con pastillas y toman antidepresivos. Estamos hartos. Esto no es convivencia”, concluía, tras lo que Miguel Sainz reconocía que no tenía conocimiento personal de la cuestión, pero ya anticipaba que se podía tratar de una situación que no dependiera sólo del Ayuntamiento de Logroño sino también de la Fiscalía y los mecanismos de la Justicia para emitir los dictámenes que estime oportunos.
