El Rioja

Rothschild compra el Palacio de Samaniego por 806.000 euros y amplía su presencia en Rioja Alavesa

La Hacienda Foral alavesa ha acordado adjudicar tres bienes inmuebles mediante subasta pública por un importe total de 874.716 euros. Uno de ellos es el Palacio de Samaniego, en la localidad de Rioja Alavesa, que se ha adjudicado por 806.000 euros.

Se trata de un inmueble dedicado a uso hostelero y hotelero (12 habitaciones) con más de 200 años de vida que estaba en régimen de alquiler y que ha adquirido la empresa Cattleya Finance, S.A, una compañía –según publica El Mundo– radicada en Luxemburgo que utilizan el barón Benjamin Rothschild y su esposa Ariane de Rothschild, para adquirir activos.

Las familias Benjamin de Rothschild y Álvarez, propietarios de Vega Sicilia, concluían en octubre de 2016 las obras de su nueva bodega en Samaniego tras invertir 22 millones de euros, y donde más tarde elaboraron la cosecha de ese año de Macán, que saldrá a la venta a partir de 2020. En junio de 2017, el Rey Juan Carlos inauguraba oficialmente las instalaciones.

La nueva bodega, que está localizada a los pies de Sierra Cantabria y junto al valle del Ebro, ha sido construida en una parcela rectangular de cinco hectáreas en la que se ha levantado un complejo de tres edificios con más de 9.000 metros cuadrados construidos.

La primera cosecha de Macán 2009 salió al mercado en la primavera de 2013 con 90.000 botellas de Macán y Macán Clásico que se agotaron en semanas. La nueva bodega permitirá aumentar la producción de los dos vinos a las 350.000 botellas al año, siempre en función de las cosechas y de sus procesos de calidad.

Ariane de Rothschild destacaba que este proyecto es la “unión de dos familias que piensan igual”. “En aquel momento, antes de que nos sacudiera la crisis, pocos se planteaban invertir a tan largo plazo. Dijimos que éste iba a ser un vino para nuestros hijos que, con el paso de las generaciones, tendría la categoría de mítico. Y después de las tres primeras cosechas y la excelente acogida del mercado, no me cabe duda de que lo vamos a conseguir”, recalcaba.

Por su parte, Pablo Álvarez reconocía que hacerse con el terreno fue lo más complicado y lo “más caro”. “La tierra es clave, pero es sólo el principio. Después hay que cuidar la viña, seleccionar la uva que deja cada cepa y elaborar un vino, siguiendo el estilo bordelés, como se ha venido desarrollando en Burdeos desde el siglo XIX. Y el tiempo. El tiempo es fundamental para obtener un gran vino”, destacaba.

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