Después de invertir grandes cantidades en la ampliación de varios aeropuertos españoles, el tráfico de una decena de ellos ha bajado un 55%, según ha publicado ‘Vozpópuli’. Por ejemplo, León sólo tiene 76 pasajeros diarios tras gastar 80 millones. En el caso de Logroño, tras invertir 15 millones, en los seis primeros meses del año se han registrado 45 viajeros al día.
Obviamente, señala Raúl del Pozo, cualquier atisbo de rentabilidad en estos aeropuertos es una grotesca quimera. En la mayoría de las ocasiones, son producto de una inexistente planificación. El paradigma es Logroño, enfatiza: “Su ubicación está a escasa distancia de otras dos pistas que tampoco se caracterizan precisamente por la elevada afluencia de pasajeros: Pamplona y Vitoria. En el primer semestre de 2007, recibió la visita de 138 pasajeros diarios, que se han quedado en 45 nueve años después. Pero es que a las pistas de su entorno no le ha ido mucho mejor. Vitoria pasó de más de 90.000 pasajeros en la primera mitad de 2007 a apenas 30.000 en el mismo periodo de 2016”.
La hemeroteca ‘traiciona’ al ex presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y al ex presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, tras invertir casi 300 millones en aeropuertos fantasma. Zapatero invirtió 80 millones para ampliar el aeropuerto de su tierra, el de León. Lo calificaba como una “garantía de crecimiento económico”, algo a lo que también aludió Camps para defender los 200 millones del de Castellón.
