La Rioja

Menos riojanos: el virus condiciona los datos poblacionales de 2020

La pandemia rompe la tendencia demográfica en La Rioja, que pierde vecinos por primera vez en cuatro años

El año 2020 fue el primero de la pandemia, y como se podía presuponer el aumento de mortalidad ha pasado factura en La Rioja que, tras tres años creciendo en población, ha vivido un retroceso en su censo. Quizás no tanto como el esperado, pero la tendencia de los últimos años se rompe en unos datos difíciles de valorar por la situación excepcional que marca la pandemia.

Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), la región contaba a 1 de enero de 2021 con 319.796 habitantes, 118 menos que doce meses atrás. Los datos reflejan aún así que 105 municipios han incrementado su población, 12 se mantienen igual y 57 han perdido vecinos.

El caso más abrumador es de la capital, que ha perdido un total de 1.677 habitantes. Sergio Andrés Cabello, sociólogo de la Universidad de La Rioja, valora este dato como “preocupante”, aunque asegura que “son unos datos que hay que tomar con mucha precaución porque probablemente estén íntimamente relacionados con el momento de pandemia que vivimos” y que esos vecinos que han dejado de estar empadronados en la capital lo están ahora en localidades vecinas.

Así, explica que, por un lado, “el aumento de mortalidad que se ha dado en residencias de mayores ha sido muy importante y ¿dónde están la mayoría de esas residencias?”, se pregunta. Además las restricciones de movilidad también han podido ser un factor que influya en este retroceso de población. “Es posible que haya habido gente que se empadronase allí donde tenía una segunda residencia para poder ampliar, en los momentos más restrictivos, su posibilidad de movimiento”, baraja. Lo que tiene bastante claro es que las próximas cifras en referencia a 2021 también vendrán condicionadas por la pandemia. “No tenemos una bola de cristal, pero tenemos bastante claro que la bajada en índices de natalidad se notará más en los datos de 2021 que en los del primer año de pandemia”, comenta.

Y si la capital reduce población, también lo hacen la mayoría de las cabeceras de comarca. Arnedo vuelve a bajar de los 15.000 habitantes con 61 vecinos menos; también reducen población Santo Domingo de la Calzada, Alfaro y Nájera. Sólo Calahorra, Cervera y Haro experimentan incrementos poblacionales entre las localidades con más habitantes en La Rioja, pero excepto en Haro son bastante tímidos.

El crecimiento llega de los municipios del entorno logroñés, como viene siendo habitual en los últimos años. Villamediana y Lardero siguen creciendo a un ritmo frenético. El primero cuenta ya con 8.608 habitantes y el segundo con 11.042, y así confirman una tendencia que se está generalizando en la última década. Vivir en Logroño sin vivir en Logroño.

Sojuela está de moda

Destaca este año el incremento de habitantes en Sojuela, que su alcalde, Tomás Juan Corral valora positivamente. “El incremento de población aún es mucho mayor si tenemos en cuenta las cifras de 2021”. El alcalde de la localidad tiene claro que “mucha gente de Logroño que tenía ya segunda residencia aquí decidió empadronarse para poder justificar sus traslados en los momentos de restricciones, pero además hay mucha gente que se ha venido aquí a vivir ‘de nuevas'”, añade.

“Teníamos un amplio parque de viviendas que con la crisis se habían quedado vacías y la gente ha aprovechado ahora para comprarlas y estar en un entorno más rural”, confirma. Él sigue animando a que la gente que vive en Sojuela siga empadronándose en el municipio. “Algunos no lo hacen especialmente por el tema de los colegios en Logroño, pero somos nosotros los que estamos dando los servicios”.

También aumentan núcleos de población como Entrena, Ventosa, Nalda, Navarrete o Fuenmayor, que siguen en crecimiento constante, y la mayoría de los pueblos más pequeños de La Rioja elevan sus cifras. ¿Se acabó la despoblación rural? Sergio Andrés es tajante al respecto: “Nos encontramos en un momento muy específico y muy determinado por la pandemia, no se puede hablar de tendencias en lo que se refiere a la despoblación rural con este cambio de datos”, asegura. Aún así hay zonas como Las Siete Villas o Ausejo que siguen perdiendo población.

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