La Comisión Europea prorrogará tres años la validez de las autorizaciones de plantación de viñedos no utilizadas, y que expiren en los años 2024 y 2025, a los productores que se hayan planteado renunciar a ellas para evitar un exceso de oferta y de acumulación de existencias.
Un reglamento que se ha publicado este martes en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) y en el que se detalla que serán los Estados Miembros de la Unión Europea (UE), a más tardar el 31 de marzo de 2025, los que deberán informar a la CE de las regiones vitícolas de su territorio que se vayan a acoger esta prórroga. Esta norma, sin embargo, ha de ser aprobada posteriormente a nivel nacional y autonómico para que tenga su efecto en la DOCa Rioja.
Cabe recordar que las nuevas plantaciones están ‘congeladas’ en la denominación hasta 2026, por lo que dicho reglamento hace referencia a los derechos de plantación generados por cada viticultor. Por ejemplo, cuando se arranca un viñedo existe un plazo determinado para volver a plantar viña con esos derechos, por lo que esos plazos que caduquen en el presente ejercicio y durante 2025 se prorrogarán tres años más.
Los titulares de las autorizaciones de plantación que no deseen utilizarlas ni acogerse a la prórroga de su validez deberán informar de ello a las autoridades nacionales competentes de su país a más tardar el 31 de diciembre de 2024, aunque no serán objeto de sanciones administrativa por ello.
La CE argumenta que ha tomado esta decisión tras comprobar que el mercado vitivinícola europeo “está experimentando perturbaciones debido a la reducción del consumo interno y al debilitamiento de las exportaciones a terceros países de determinadas categorías de vinos, en particular de los tintos”.
Esto genera situaciones recurrentes de exceso de oferta y de acumulación de existencias en las regiones vitícolas afectadas, que persisten a pesar de las medidas excepcionales adoptadas por la CE 2023 para retirar del mercado parte de las existencias acumuladas y a la moderada cosecha del año pasado.
La Comisión considera que la ampliación del período de validez de las de las autorizaciones de plantación “reducirá la superficie plantada de viñedos y limitará la entrada de más viñedos productivos a un mercado saturado”.
