La Rioja

Cuando el agua no llega a los pueblos riojanos

La escasez de suministro castiga a varios municipios riojanos este verano

La falta de nieve, captaciones que comienzan a secarse, una ola de calor tras otra a lo largo de todo el verano, más gente de la habitual en los pueblos y deficiencias en tuberías antiguas hacen que en determinados municipios la falta de agua en verano se esté convirtiendo en una constante.

El corte del suministro previo a las fiestas en Daroca ha puesto en el punto de mira una situación que se repite en varios municipios riojanos. Los datos de los últimos veranos confirman que hay determinadas zonas que se llevan la peor parte. En 2022 fueron 316.000 los litros que se repartieron a través de cisternas. Una cifra que casi se duplicó el pasado ejercicio, con 583.000 litros de agua. Tanto un año como otro, Zenzano es uno de los lugares que más cisternas ha recibido para que sus vecinos puedan beber. También a lo largo de este 2024.

Perteneciente a Lagunilla de Jubera, Carlos Yécora es su alcalde: “En la aldea no hay agua, se bombea desde la fuente, pero en momentos puntuales es imposible que llegue y hay que pedir que vengan las cisternas”. Zenzano no tiene una solución fácil, pues “está a mil metros de altitud y la única solución sería hacer un pozo; ya la hemos probado, pero no ha dado resultados”.

La situación es similar en toda la zona. Estos días es Ventas Blancas la que ha tenido que solicitar con urgencia una cisterna: “Tenemos una residencia con 80 personas mayores y el pueblo a rebosar de gente y no nos podemos quedar sin agua”, comenta Yécora. Lleva días intentando controlar que se complique la situación. “El problema es quedarte a cero de agua porque luego vienen las averías y las roturas”, explica. Para evitarlo han tenido que adoptar la medida más drástica: programar cortes en el suministro: “A nosotros (los alcaldes) es a los que más nos preocupa estar así, no se puede olvidar que también vivimos aquí”.

La supramunicipal, la solución a largo plazo

En la zona se han hecho varias prospecciones los últimos años, “pero no hay forma de encontrar agua para hacer un pozo, que sería una solución como plan B a las captaciones”. A largo plazo alguno de los municipios de este entorno ven “la luz tras el túnel” con la supramunicipal de Enciso. “Se supone que debería llegar el agua de la presa en cuestión de cuatro años; mientras tanto, es lo que tenemos”, comenta resignado.

El proyecto llevará en diferentes tramos el agua a diferentes municipios de La Rioja Baja. El proyecto estima que en la última fase llegará a estos municipios tan necesitados de agua. “Captamos el agua a diez kilómetros del municipio, son muchos como para que no haya roturas, atascos o incluso sabotajes, como tuvimos hace un tiempo”, comenta. Una solución a medio plazo sería hacer un pozo más cerca del depósito.

Este mismo lunes ha tenido que solicitar una cisterna de agua: “Hoy estaban llevando agua a Zorraquín, pero llegará en las próximas horas”. La situación preocupa y mucho: “Ya podemos hacer todas las inversiones y las actividades de turismo que queramos que si no hay agua estos pueblos no van a tener atractivo”.

En estas situaciones, el Gobierno de La Rioja ofrece un servicio gratuito que supone la llegada de camiones cisterna que consiguen paliar los problemas puntuales de agua. A lo largo del verano pasado se realizaron un total de 24 traslados a nueve núcleos de población, frente a los 316.000 litros repartidos en los mismos meses del 2022, lo que representa un aumento del 84 por ciento. Pero no es una circunstancia sólo del verano. Hay municipios que las necesitan casi a lo largo de todo el año.

Zenzano ha sido la aldea que más traslados ha necesitado, donde se han llevado 95.000 litros de agua solo en los meses de verano, seguida de San Bartolomé y El Collado. El grueso de los servicios del verano pasado -este martes se ofrecerán los datos de este verano- se produjo entre los días 21 y 25 de agosto, coincidiendo con la ola de calor que puso las temperaturas por encima de los 40 grados en buena parte de La Rioja.

“Estamos hablando de pequeños núcleos de población o urbanizaciones que reciben en época estival la llegada de muchas personas para pasar sus vacaciones, lo que, sumado a los meses tan secos que hemos sufrido, incrementa la demanda de agua”, explicaba el consejero de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación, Daniel Osés, al finalizar el verano pasado.

El Parque Móvil cuenta para realizar estos traslados con una flota compuesta por una cabeza tractora y dos cisternas de 25.000 y 17.500 litros cada una, a los que se suma un vehículo nodriza de 12.000 litros.

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