El aparatoso accidente protagonizado durante la tarde de este jueves por un autobús urbano en el Paseo del Espolón de Logroño tuvo como causa “un problema físico” del conductor del vehículo, según ha apuntado este viernes el concejal portavoz del Ayuntamiento, Miguel Sainz.
A pesar de reconocer que el Consistorio no cuenta aún con “los detalles exactos” de las causas del siniestro -que se saldó con diez heridos, siete de ellos trasladados al hospital-, Sainz ha asegurado que “fue una cuestión física inevitable”, descartando en rotundo la comisión de ninguna “imprudencia” en la conducción por parte del chófer.
“Yo creo que fue una cuestión de algún desvanecimiento puntual”, ha indicado el portavoz, poniendo en valor la respuesta de los recursos de emergencias tras el suceso, que conmocionó a la capital riojana durante la tarde de este jueves. Asimismo, ha descartado que esta indisposición se debiera al calor, porque el autobús estaba bien refrigerado y llevaba varias horas conduciendo en un espacio aclimatado.
El accidente tuvo lugar en torno a las siete y media de la tarde en la confluencia de las calles Miguel Villanueva y Vara de Rey, cuando el autobús que cubría la línea 9 del servicio del urbano se estrelló contra una sucursal bancaria. Diez pasajeros, dos de ellos menores, y el conductor del vehículo resultaron heridos leves.
Por fortuna, el vehículo no encontró a su paso a ningún peatón, lo que a buen seguro habría tenido consecuencias muchísimo más graves, ya que el autobús arrancó de cuajo un tótem digital ubicado en la esquina entre ambas calles.