Marea Blanca, el movimiento ciudadano en defensa de la sanidad pública riojana, ha censurado este miércoles que la consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, «no atina en la gestión sanitaria» y tampoco «respeta» a los profesionales que asumen competencias en gerencia.
En un boletín informativo, esta plataforma ha criticado que durante los meses de junio y julio la gestión sanitaria «no ha estado a la altura de las necesidades de la población». Ha aludido a «las dimisiones forzadas y los ceses» producidos en algunos cargos, como la directora de Enfermería del Hospital de Calahorra, que fue «fulminante, a través de una nota y sin información previa a sus responsables superiores».
Marea Blanca ha considerado «un sinsentido» que se justifique los ceses en el proceso de integración del Hospital de Calahorra en el Servicio Riojano de Salud (Seris), ya que cada hospital debería tener una estructura directiva propia. «Estas prácticas no son nuevas, Martín ya las ejerció en el pasado cuando fue consejera de Salud. Solo sabe esconderse para no dar explicaciones ni a sus cargos de confianza», según esta plataforma.
Ha recalcado que la no sustitución de profesionales en todas las categorías ha provocado un «descenso general en la calidad asistencial», no imputable a los trabajadores sanitarios. Los retrasos para lograr cita en Atención Primaria han ido en aumento este verano, como los del centro de salud de Murillo de Río Leza o hasta los 30 días registrados en ocasiones en el de Rodríguez Paterna de Logroño. Los consultorios médicos tampoco se han librado de los retrasos, como el del barrio logroñés de Varea, sin atención médica durante cuatro días.
Las urgencias del Hospital Universitario San Pedro han sufrido «retrasos intermitentes» por falta de camas, que afectaron a 12 pacientes de prehospitalización y a otros 35 más. Además, las intervenciones quirúrgicas siguen acumulando demoras que sobrepasan los días estipulados legalmente y ha habido derivaciones a los hospitales privados fuera de planificación. Por otro lado, los profesionales también han visto suspendidos sus permisos oficiales por falta de previsión al no obtener sustituciones.
La calidad en la atención del servicio de oftalmología en el Hospital de Calahorra «roza el esperpento», como muestra la denuncia de un paciente por falta de asistencia durante cuatro años; y toda la comarca de Arnedo ha padecido un déficit de atención al desviar una de las ambulancias que tiene asignadas, según Marea Blanca.
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