El verano ya ha llegado y con él la época del año en la que más gente realiza el Camino de Santiago. Un periodo perfecto para conocer las diversas fiestas patronales de muchos pueblos y ciudades o sentarse en una terraza a disfrutar del ambiente veraniego con un refresco en la mano. Sin embargo, el calor se hace notar y los peregrinos deben saber refugiarse de él durante sus horas de máxima exposición.
Blanca es de Vitoria y lleva ocho años realizando, ella sola, distintas etapas del Camino. Asegura que «la clave está en levantarse muy pronto y beber mucha agua». Este año lo ha comenzado en Roncesvalles y se ha propuesto terminarlo. «Espero que Logroño me dé un poco de descanso aunque hoy quiero llegar hasta Navarrete», indica, y recomienda «hacer el Camino a todo el mundo, ya que conoces gente de todo el mundo y vuelves con la cabeza sin estrés».
Tomiris está haciendo el Camino de Santiago en honor a su difunta madre. Es croata y comienza su etapa diaria a primera hora para evitar las temperaturas más altas. Trata de realizar unos 35 kilómetros cada día y este jueves ha salido desde Los Arcos con el objetivo de finalizar su jornada en Navarrete. Ha hecho senderismo de montaña en los Alpes franceses y en los Dolomitas italianos, pero asegura que el Camino es «único». «Es mi primera vez y es muy bonito», apunta el peregrino croata, quien pretende llegar a Finisterre. No se pone plazos, ya que piensa que «cada día en el Camino es diferente al anterior».
Carlos es mexicano y está haciendo el Camino por «cuestiones mágicas y de superación personal». Su meta es llegar a Santiago de Compostela en su bicicleta cargada de bolsas y mochilas. Según él, la clave para combatir las altas temperaturas es «hidratarse bien y tomar mucha agua».
«Estoy viviendo el Camino de Santiago como una nueva aventura», explica Danny. Como inglés no está acostumbrado a este calor y posee en su mano una botella de agua. «Quiero llegar a Santiago de Compostela pero no tengo prisa por llegar», afirma.
Las temperaturas veraniegas obligan a los peregrinos a madrugar para evitar el calor extremo o bien a reducir las distancias a recorrer cada día. Todos están de acuerdo en que una de las claves para que las etapas sean más llevaderas es hidratarse lo máximo posible. Los peregrinos aprovechan su travesía por el Casco Antiguo de Logroño para contemplar lugares de interés turístico como la concatedral de Santa María de la Redonda o hacer una parada para coger fuerzas en la calle Laurel.
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