El conductor ebrio juzgado como presunto autor de un homicidio doloso al chocar de frente con otro ha afirmado este viernes en el juicio que no recuerda “nada” del accidente ni del viaje previo y ha negado que quisiera suicidarse o “liarla en la carretera”.
La Audiencia Provincial de La Rioja ha acogido la tercera jornada del juicio con tribunal popular contra un hombre a quien la fiscal pide una pena de 13 años de cárcel como presunto autor de los delitos de conducción temeraria, conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y homicidio doloso, tras provocar la muerte de un joven de 31 años contra quien colisionó frontalmente en la carretera N-111 cerca de Nalda en 2018.
La acusación particular, ejercida por los padres y los siete hermanos del fallecido, exige una pena de 15 años de cárcel; y la defensa del acusado solicita su absolución.
En su declaración, la última después de todos los testigos y forenses, el acusado ha confirmado que conducía el coche de su padre el día de los hechos pero sin su permiso, ya que le había prohibido utilizarlo, pero tenía una copia de las llaves y se lo “robaba” de forma habitual.
Además, ha explicado que el día del incidente no había bebido alcohol, pero ha reconocido que sí lo hizo entre las 00:00 y las 4:00 horas de la noche anterior, y ha desmentido que tomase benzodiacepinas o tranquilizantes.
“No manifesté a nadie que no quisiera seguir adelante con la vida”, ha asegurado el procesado, quien ha apuntado que, en aquella época consumía de manera esporádica alcohol y drogas, aunque ha indicado que en la actualidad no toma ninguna sustancia.
Ha destacado que le duele mucho la muerte del fallecido contra el que se chocó de frente y ha dicho que le causa “angustia y depresión”, y esto es algo que “no se va a pasar”.
El juicio se reanudará el próximo lunes, 24 de junio, con los informes de conclusiones definitivas de las partes, con la previsión de que el juez entregue al jurado el objeto de veredicto al día siguiente.
