Entrevista

“El descenso de la natalidad es un problema que no tiene solución”

“La Rioja es un territorio que sigue creciendo demográficamente, pero que lo hace esencialmente por la llegada de inmigrantes, algo que hace que cada vez la sociedad riojana sea más multicultural y diversa“. Bajo esta premisa principal, Sergio Andrés Cabello, profesor de sociología de la Universidad de La Rioja, asegura que “ante esa situación tenemos por delante unos retos para no repetir errores que se han cometido en otros países”.

Posiblemente él sea una de las personas que mejor conoce la sociedad riojana. Sabe de primera mano cuáles son las causas, los retos y las posibles consecuencias del cambio social que está sufriendo la región en los últimos años. Una sociedad cada vez más envejecida, por un lado, y más diversa, por otro.

Es claro al respecto y conoce bien las causas que provocan que sean muchos los inmigrantes que eligen la región como lugar para iniciar su proyecto de vida. “La Rioja es atractiva para personas de origen extranjero porque los sectores primario y terciario siguen siendo potentes y el mercado laboral asume perfectamente la llegada de estos trabajadores”. Pone como ejemplos los municipios de Autol o Pradejón, donde el porcentaje de personas de origen extranjero es alto y eso permite que las economías de estas localidades salgan adelante.

Situaciones similares se viven en diferentes puntos de la ribera del Ebro, donde la mano de obra en el sector primario es fundamental. “Aquí, de momento, se están haciendo bien las cosas, hay casos concretos, por supuesto, pero por lo general no se ven tan duras en lo que se refiere a casos de explotación laboral como vemos en otras comunidades”.

Para Andrés Cabello hay algo, eso sí, que hay que tener en cuenta. “Estas personas han llegado a La Rioja hace apenas dos décadas y estamos ante retos importantes que habrá que trabajar con las siguientes generaciones sobretodo en lo que se refiere a expectativas sin cumplir”. De momento no es el caso. “Hasta ahora las cosas se están haciendo más o menos bien, aunque no me atrevo a predecir el futuro porque depende de muchas cosas”.

En el año 2000 el porcentaje de población inmigrante en La Rioja rondaba el dos por ciento. “Creció mucho en muy pocos años y ahora sigue habiendo una tendencia al alza que llega especialmente de los nacimiento de nuevos riojanos con padres de origen extranjero”. Esa segunda generación en la que hay que incidir a la hora de buscar una integración real. “Es un tema que es más fácil de abordar en la teoría, pero luego resulta muy complicado llevar a la práctica”.

Foto: Sergio Espinosa

“Ahora son esos chavales que llegaron a La Rioja con siete u ocho años los que están empezando a formar aquí sus familias y sus proyectos de vida”, explica indicando que estos riojanos de origen extranjero mimetizan algunos comportamientos de la sociedad autóctona. “Si miramos los datos, cada vez, tienen también menos hijos”.

La principal causa es el hecho de que “las mujeres siguen con sus estudios, se está notando ya su llegada a la universidad, y eso provoca que se alargue la edad de tener el primer hijo y que se reduzca el número de hijos”. Y es que Andrés Cabello aclara: “Pese a los clichés que pueda haber, son comunidades que dan mucha importancia a la formación de sus jóvenes”.

Esta tendencia de reducción constante de la natalidad, también en la población de origen extranjero, que se manifiesta en los últimos años es mucho más agravada en las familias autóctonas. “El continuo descenso de la natalidad es un problema estructural que no tiene solución o, al menos, de momento, no se atisba”.

Se trata de una situación que se viene viendo desde hace años. “La Rioja no deja de crecer en población pero no lo hace por crecimiento vegetativo a pesar de que la esperanza de vida cada vez es mayor”.

Los nacimientos no dejan de descender y eso supone tener presentes nuevos retos; a corto plazo, el educativo. “Se está trabajando desde hace años en ese aspecto porque es algo que se veía venir y que ya se refleja en la evolución de las aulas de infantil”. La solución para Cabello no tiene que pasar por el cierre de aulas. “Está claro que la solución es bajar aún más los ratios, que ya están bajando en los últimos años, hay algunas aulas con quince niños ya en La Rioja”.

Unas aulas que también cada vez son más diversas. “Hay un claro crecimiento del alumnado de origen extranjero y la solución no está en los modelos de elección de centro porque ninguno ha dado con la solución a este hecho, pero no solo en La Rioja, es una cuestión generalizada”. Así asegura que “el tema no es que sea concentrado o público sino, fundamentalmente, en qué barrios están ubicados. Aunque, es un hecho, que en centros públicos la concentración es mayor”.

Recuerda que en diferentes países se han buscado soluciones para evitar que existen lo que ahora se llaman centros de difícil desempeño “y en algunos casos han funcionado y en otros no”. Y asegura que “en los centros la variable cultural o de nacionalidad no pesa tanto como la variable social” por eso la importancia de trabajar en ofrecer recursos para evitar el riesgo de exclusión social de esas familias que llegan a La Rioja y en muchos casos no tienen redes de apoyo, además de contar con dificultades vinculadas a barreras lingüísticas, culturales o de desconocimiento del sistema educativo, situaciones que no se dan de la misma forma entre los inmigrantes.

“Lo importante es saber en lo que nos tenemos que fijar para no cometer los errores de otros países”. Uno de los ejemplos es Francia. “Hay que tener en cuenta lo que ha pasado allí en los últimos años porque la inmigración allí lleva muchos más años y nos puede dar una pista de lo que no tenemos que hacer”.

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