Cultura y Sociedad

Cine independiente, ‘low cost’ y con mirada riojana: “Vivir de esto es complicado”

Anteponer la libertad del director a los medios de las grandes productoras. Esta es la característica que ha movido al denominado cine de autor desde que François Truffaut presentara en el Festival de Cannes ‘Los 400 golpes’. Y esto es lo que mueve al riojano Manu Ochoa cada vez que comienza un nuevo proyecto.

Este camerano, de Ajamil, quería ser actor. Lo tenía tan claro que se marchó a Madrid a estudiar interpretación a la escuela de Cristina Rota. Protagonizó muchas obras de teatro, pero la llamada del cine no llegaba, así que, junto con un grupo de compañeros de la escuela, decidió hacer su propia peli. “Así ya podría cumplir mi sueño de salir en una película”. La experiencia le encantó, pero más que por la interpretación, por la dirección. “Y así fui abandonando el teatro para dedicarme a hacer cine”.

A día de hoy contabiliza 31 largometrajes y documentales todos con un mismo leitmotiv: “Hacer un cine con total libertad, que lo pueda organizar yo, que no necesite grandes producciones, y, por supuesto, grandes presupuestos. Uno hace lo que puede, y como el cine es mi pasión intento hacer cosas que pueda manejar. Producciones muy curiosas y personales para compensar la falta de pasta”.

Un cine ‘low cost’ que no sacrifica, “para nada”, la calidad. “Está claro que con poco o nada de dinero tienes que hacer historias más estáticas o más personales, con pocos efectos y nada pretenciosas. No puedes hacer una escena con gente a caballo luchando con espadas porque no tienes ni caballos ni espadadas, así que planeas una historia, por ejemplo, en una habitación con dos personajes. Algo más factible de rodar”. Y es que “al principio hice pelis más presuntuosas, pero las pasé canutas para terminarlas”.

Manu define su manera de realizar como algo “muy peculiar. Cuido mucho la fotografía. Además, las historias y los guiones son muy particulares, al igual que la manera de rodar y los planos. Mi cine es bastante reconocible”. Y es que, este riojano es el guionista, el director, el director de foto, el editor, el encargado del sonido y montaje, el todo de sus pelis.

A la pregunta de ‘¿se puede vivir del cine?’ la respuesta no se hace esperar. “Es muy difícil”. Manu reconoce que tiene ingresos porque alguna que otra de sus pelis están en plataformas como Netflix (‘Elvira’), otras en YouTube (‘Amanece que ya es’), “y solemos participar en festivales. Con eso vas tirando, pero es muy complicado. Yo no tengo ‘cargas’ familiares y voy sobreviviendo porque me adapto a lo que sea. Vivo muy al límite siempre y mis ingresos son muy básicos, pero mis gastos también. Yo puedo hacer una peli perfectamente con mil euros”.

Un homenaje a Logroño

El riojano confiesa que le encanta lo que hace. “El cine es mi pasión y me lo sigo pasando muy bien. Últimamente ya procuro hacer solo cosas que me diviertan”. Y entre ellas está Don Bartolomé, la última peli que ha estrenado y en la que han participado alrededor de 65 personas “sobre el terreno”.

Este proyecto comenzó gracias a un “gran descubrimiento”. Manu Ochoa cuenta que para uno de sus trabajo consiguió en Logroño un grupo de actores “bastante interesante. Gente muy comprometida y original que me sorprendió muchísimo. No era la primera vez que rodaba en la ciudad, pero no me había encontrado con un grupo de actores tan especiales”.

A la cabeza del reparto, Antonio Mangado, Toni para Manu. “Cuando se jubiló le propuse hacer algo más tipo berlanguiano, más costumbrista, y no se lo pensó ni un minuto. Así comenzó a gestarse ‘Don Bartolomé’. ¿El presupuesto? 0 euros, bueno, para no mentir, los gastos de gasolina, los vinos, las cervezas, los pinchos y algún detalle para la ambientación. “Nadie ha cobrado ni un euro y casi todo el vestuario ha sido aportado por los propios actores”.

Don Bartolomé, interpretado por Toni, es un señor al que le toca la lotería y cuenta con un sobrino que no ha tenido mucha fortuna con las mujeres. El protagonista organiza un concurso de belleza para buscarle novia al joven y la mujer que lo gane recibirá íntegramente el premio de la lotería. Entretanto, van sucediendo diferentes situaciones con varios personajes. Y todo en Logroño.

Porque ‘Don Bartolomé’ se ha escrito y dirigido para convertirse en un gran homenaje a la ciudad de Logroño. “A través de una historia de humor, musical y costumbrista, vamos recorriendo azoteas, bares y paisajes muy reconocibles de la capital riojana”.

Mientras estrena esta historia logroñesa termina un documental que está rodando, y en su cabeza ya se agolpan varias ideas para ponerlas en práctica. “Esto es una enfermedad total, y me encanta”.

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