Después de empatar frente al Fuenlabrada (0-0), los blanquirrojos se han quedado a un paso de descender. De hecho, si este domingo vence el Sabadell al Nàstic (18:00), será matemático. Consciente de que el final se acerca, Aitor Larrazabal ha expresado sus emociones: “Sentimos un poco de desolación, frustración, impotencia, todo lo que podamos añadir a estos calificativos. Te vas metiendo en los puestos de atrás y con pocas opciones de salir. Es la impotencia de trabajar mucho, hacer muchas cosas bien, otras no, porque si no, no estaríamos donde estamos y no conseguir los puntos”. Para Larrazabal, son 10 de 54 puntos en juego. Ínfimo.
Para el vizcaíno, a su equipo le han faltado cosas: “No sé si es ansiedad, si es el no poder meter más ritmo o leer el propio partido. Los futbolistas han derrochado muchísima energía, pero nos nublamos en el último tercio y ahí es donde más calidad hay que tener. Ahí es donde hay que hacer gol y donde se consiguen los puntos”. Ese es el debe de un equipo que solo ha marcado dos goles en los últimos diez encuentros. “Para ganar los partidos necesitas equilibrio, poder ofensivo, bloque compacto homogéneo y ser determinante arriba. Tenemos un número de centros al área interesante en cada partido y no sacamos rendimiento”.
El entrenador ha expresado su desaprobación hacia la labor arbitral: “Desde mi posición he visto algún penalti bastante claro que, por circunstancias, no se ha pitado”. Más allá de eso, sí ha expresado su conformidad con la defensa, pero ha lamentado que el equipo no sea capaz de completar una actuación completa en todas las zonas. “Es un bagaje escaso en la producción (ofensiva)”, ha señalado.
Por otro lado, preguntado por el enrarecido ambiente de las gradas y algunos gritos desagradables hacia el técnico y algunos jugadores, ha apuntado lo siguiente: “Indudablemente que influye, pero somos profesionales. El público es exigente, quiere que su equipo gane, mantenga la categoría y nosotros no hacemos lo suficiente para que el público y los socios ganen. No podemos hacer otra cosa que seguir trabajando en la medida que podamos, no hay más esa es la realidad”.
