La Rioja

Cuando el lobo ataca y no hay compensación económica

El lobo no ha dejado de atacar en la sierra riojana. Varios ganaderos aseguran que está empezando a hacerlo en lugares donde no lo había hecho hasta ahora como Gallinero de Rioja, Aldeanueva de Cameros o Treguajantes. Una situación que, denuncian, “se está viendo agravada por las pegas que se nos pone para certificar que las muertes están provocadas por el lobo”.

En la zona de Anguiano llevan ya años sufriéndolos. “Antes eran más espontáneos, pero cada vez están siendo más habituales”, comenta Enrique, quien pone el acento en que cada vez es más complicado justificar los daños por lobo. En Villanueva, donde los ataques no han llegado hasta hace unos meses, “nos justificaron el ataque de una vaca que terminó herida por el lobo y no de los terneros que habían muerto en ese mismo ataque”.

“El problema fundamental viene de que cuando vienen los guardas a comprobar cómo ha sido el ataque, en muchos, casos, los buitres ya se lo han comido y no hay forma de justificar que la muerte fue por causa del lobo, a pesar de que tengamos fotos que lo corroboran”, añade.

Tampoco entran los gastos de veterinarios. “Sólo entra la muerte del animal. Hay veces que queda malherido y si lo sacrificas para evitar su sufrimiento antes de que venga el guarda. Entonces también te quedas sin la compensación”.

Ante el ataque de un lobo, los ganaderos tienen que llamar al 112 para dar constancia del suceso, esperar que un trabajador de la comunidad acuda a la zona y abra un acta para poder recibir compensación. “Hay veces que puede pasar hasta más de una semana”, aseguran.

En muchos casos se está detallando que se trata de un ataque de un cánido, pero no se concreta de si es lobo o no, lo que permite desestimar también la compensación. “¿Hace cuántos años no se ve un perro salvaje por esta zona?”, se pregunta otro de los ganaderos afectados.

“Parece que si no tienes grabado en vídeo el ataque resulta casi imposible certificar que se trata del ataque de un lobo”, apunta Miguel, otro ganadero. Él tuvo uno hace unos meses. “Nos han llegado a pedir hasta las coordenadas en las que se encontraba el animal. Todo son quejas, pegas y trabas para, al final, no aprobarte la compensación económica”.

Además, el lobo habría empezado a atacar a otros animales más allá de las ovejas. “Siempre van a lo más fácil, pero ahora como cada vez hay menos ovejas les está dando por los potros y por los terneros”.

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