CARTA AL DIRECTOR

De Tauste a Júndiz, tres años de peregrinaje por el desierto riojano de la planificación renovable

Como si de Moisés se tratara, el Gobierno de La Rioja, al albur del segundo auge de las renovables tras el primer desembarco allá por comienzos del siglo XXI que llenó los cordales de las Sierras de la Hez y Yerga de aerogeneradores, una vez aprobado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) en marzo de 2021, vislumbrando un futuro riojano descarbonizado en tiempo record, comenzó a lanzar mensajes sobre las bondades de los proyectos eólicos que se encontraban definidos en nuestra región cuyo resultado fue que en el mismo mes, ya estaba reunido de urgencia con alguna de las plataformas en contra de uno de los proyectos estatales de transporte de energía generado por la eólica en Soria.

Aparecieron otras plataformas y se movilizaron ampliamente y el Gobierno comenzó a atisbar, a golpe de real decreto-ley estatal, que el asunto no iba a ser nada fácil, que no todos los partidos que formaban el Gobierno de coalición pensaba lo mismo respecto al despliegue renovable y que nuestros valores culturales, históricos, paleontológicos, vitivinícolas, agrarios y paisajísticos estaban en entredicho si se dejaba que el Ejecutivo central hiciera, al amparo del antedicho plan estatal, que había convertido la descarbonización de la economía en un nuevo negocio para algunas empresas muy asentadas en el territorio y otras muchas que estaban surgiendo para “salvar al planeta” de la subida de las temperaturas y de los gases de efecto invernadero.

Todo un año de convulsas declaraciones y de movilizaciones ciudadanas llevó a que a finales de 2021 se aprobaran en el Parlamento dos modificaciones a la Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja (LOTUR), incluidas en la ley de medidas fiscales y administrativas de turno, con el objetivo de proteger el paisaje y la producción agropecuaria debido a la alarma generada por la proliferación supuestamente descontrolada de proyectos de parques eólicos y fotovoltaicos gracias a las ayudas del Estado.

La presión popular frente a una plausible falta de planificación para una gestión coherente de las futuras plantas de generación eléctrica eólica y fotovoltaica y las líneas de transporte de parques de otras Comunidades que cruzaban La Rioja, fue el origen de las dos Disposiciones Adicionales (DA) a la LOTUR aprobadas en el Parlamento de La Rioja para intentar proteger el suelo de la llegada de decenas de proyectos renovables, algunos de índole estatal, que realmente asustaban (recordemos Los Cruzados o Valderrete por aquellas fechas).

La DA 10, aprobada por IU, Ciudadanos y PSOE, con la abstención del PP, elevaba a la categoría de «suelo no urbanizable especial de protección al paisaje» a los terrenos «de especial interés paisajístico» y aquellos que «configuran el paisaje cultural del vino y el viñedo».

Asimismo, la DA 12, aprobada por IU, Ciudadanos y PP, con el voto en contra del PSOE, consideraba como suelos no urbanizables especiales de protección agropecuaria a los terrenos de concentraciones parcelarias, los terrenos agrícolas de regadío y los terrenos agrícolas de secano de alta productividad.

El Parlamento también suspendió en mayo de 2022, temporalmente por seis meses, la modificación de la LOTUR, dejando sin efecto la protección del paisaje y del suelo agropecuario aprobada a finales de 2021 (Ley 7/2022, de 23 de mayo, para la suspensión temporal de la aplicación de las disposiciones adicionales décima y duodécima incorporadas a la Ley 5/2006, de 2 de mayo, de ordenación del territorio y urbanismo de La Rioja), para que el Gobierno de La Rioja aprobase la modificación de la Directriz de suelo no urbanizable (SNU), con el fin de delimitar las áreas susceptibles de instalación de energías renovables.

Alguna de las consecuencias fue que los promotores consiguieron justo antes de que terminara este periodo de seis meses, las autorizaciones previas por parte de la Dirección General de transición energética y en parte, un colapso de documentación en las unidades de la Administración, que sufrieron directamente los funcionarios.

Desde el 26 de noviembre de 2022 están vigentes las DA 10 y 12 de la LOTUR y, por lo tanto, el paisaje del viñedo, regadíos, concentraciones parcelarias y secanos de alta productividad se encuentran protegidos y no se podría conceder permiso para construir ninguno de los proyectos pendientes de competencia regional.

Y todo lo anterior (la parte sustantiva que depende de la administración regional de la energía y la ambiental), además de la autorización previa de la Comisión de Ordenación Territorial y Urbanismo (COTUR) y de la licencia municipal de construcción son trámites necesarios para poder llevar adelante un proyecto de energías renovables en nuestra Comunidad siempre que esté por debajo de los 50 megavatios. Los de mayor potencia son de competencia exclusiva del Estado.

En septiembre de 2022 el proyecto de ley de Cambio Climático de La Rioja llega al Parlamento y llevaba aparejado los planes de energía y clima y el de adaptación, además de la estrategia para la transición justa. Nada de esto se aprobó y sigue sin estarlo.

Debido a esto, se produjeron todos los efectos que tuvieron lugar durante parte de 2022 y 2023 respecto a las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) publicadas en el Boletín Oficial de La Rioja y a los informes favorables de la COTUR con toda la polémica que trajo y las graves tensiones a todos los niveles.

En enero de 2023, la presidenta del Gobierno de La Rioja anuncia la creación de una ley del paisaje riojano y a los pocos meses llega la campaña electoral donde todos los partidos prometieron leyes para proteger el paisaje cuando ya era un poco tarde y sobre todo tras los últimos decretos leyes del Estado que incluso impulsaban el despliegue renovable minimizando los controles ambientales para determinados proyectos en función de la potencia.

Así que tras el triunfo en mayo de 2023 por mayoría absoluta del Partido Popular el anuncio de una futura ley que proteja el paisaje durante este año 2024, una nueva ley de cambio climático y sus planes de desarrollo, la desaparición de la nunca materializada Agencia Riojana para la Transición Energética creada por ley en noviembre de 2022 y la presentación en la Cámara regional de una Proposición de Ley de medidas urgentes para la protección del paisaje en La Rioja en enero de 2024 que preparará el terreno para esa futura ley y de momento paraliza los nuevos proyectos de renovables, no le puede extrañar a nadie que conozca someramente esta travesía por el desierto de la exigua planificación, nimio esfuerzo didáctico y falta total de “contrato social” de tres largos años.

Ahora es portada la lucha política por la línea Tauste-Júndiz que pretende atravesar La Rioja con centenares de torretas de alta tensión y líneas eléctricas por nuestro espacio agrario bastante defenestrado ya, amenazado por una coyuntura económica poco favorable, una Comunidad vecina que se quiere diferenciar en cuanto a lo del vino, una plataforma ferroviaria que de llevarse a cabo tampoco favorecerá en nada al desarrollo vitivinícola en una Comunidad que necesita un impulso de la investigación, de la ciencia y del desarrollo industrial basado en nuestro potencial agrario y de fabricación de bienes de consumo y de equipo y no poner “todos los huevos” en la cesta del turismo que ya hemos visto durante la pandemia lo endeble que es.

Para finalizar, en 2021 se produjo el inicio del despliegue de las energías renovables en La Rioja. El desconocimiento que al principio ocurre con todo lo nuevo y más si afecta al paisaje y a los intereses de tantas personas, la creación de tantas plataformas en contra, la negativa de la propia DOc Rioja, los proyectos estatales realizados por empresas privadas que no tenían ningún respeto a los valores riojanos y a nuestra cultura, la falta de un plan riojano de energía y clima, la percepción social del enfrentamiento entre los políticos y de que las energías renovables en vez de una solución eran un problema a la vista de los proyectos que como Los Cruzados, Forestalia (línea Tauste a Júndiz) y otros, generaban más rechazo que aceptación, nos han llevado a este punto.

Ya es tarde para dar marcha atrás y quién sigue perdiendo en esta batalla es el clima que sigue recalentándose, la biodiversidad que sigue desapareciendo y el ser humano que cada vez es más vulnerable a los virus, enfermedades y plagas que nos acechan y a la sequía y desertificación de la tierra que nos empobrece.

Por favor, aúnen esfuerzos, trabajen al unísono y solucionen el problema del cambio climático. La Sociedad estará ahí apoyando y respondiendo con responsabilidad como siempre ha hecho.

*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.

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