Salud

La Rioja, comunidad con la franja más amplia para cribar el cáncer colorrectal

La Asociación Española Contra el Cáncer ha lanzado una campaña que, bajo el nombre ‘Juega tu papel en la detección de cáncer de colon’, busca aumentar la participación de la sociedad riojana en los programas de cribado del cáncer colorrectal.

Así lo han anunciado este miércoles la presidenta de la Asociación en La Rioja, Elena Eguizábal, y la consejera de Salud del Gobierno de La Rioja, María Martín, en declaraciones a los periodistas. Martín ha remarcado la importancia que tiene los cribados para prevenir el cáncer de colon y tener un diagnóstico precoz “que es la base para evitar males mayores”.

La titular de Salud ha destacado que, solo este año, se han podido diagnosticar en la región 20 casos de cáncer de colon, y ha subrayado que La Rioja ha conseguido el objetivo nacional de alcanzar el 65 por ciento de los ciudadanos que acuden a estos cribados, pero “no nos conformamos, queremos seguir aumentando ese porcentaje”, ha recalcado.

La Rioja, con la franja de edad de cribado más amplia

Los programas de cribado en La Rioja están destinados a la población comprendida entre los 50 y 74 años, una franja superior a la media nacional, en la que la prueba tan solo se realiza hasta los 69 años.

El cáncer de colon es en España el segundo en incidencia tanto en hombres como en mujeres; en La Rioja el año pasado se diagnosticaron 350 nuevos casos. Según ha destacado la presidenta de la Asociación contra el Cáncer en La Rioja, 9 de cada 10 casos se pueden curar en estadios iniciales, por lo que “es importantísimo seguir los programas de cribado”.

El programa consiste en una prueba similar al test covid, en el que los profesionales cogen una muestra de heces, que se analizan y si se detecta sangre oculta en heces se realizada una colonoscopia. “De esas colonoscopias no todas son tumores, lo más importante que hay que hacer cuando nos llega el aviso para realizar el cribado es acudir y hacerlo”, ha señalado Eguizábal.

El objetivo es detectar lesiones sangrantes que pueden corresponde a pólipos o lesiones premalignas y malignas que no serían detectadas hasta que la enfermedad se encontrara más avanzada, cuando las posibilidades de curación serían menores.

Las principales barreras de las personas que no han realizado la prueba son no haber recibido la invitación oficial para participar (39,9 por ciento) la falta de síntomas (39,6 %), olvido o dejadez (28,6 %) o barreras relativas al deseo de mantenerse alejado de los centros médicos en el contexto de la pandemia (24,9 por ciento) o la saturación percibida en la sanidad (22,1 por ciento).

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