Hasta ahora Calahorra había tenido suerte con las previsiones meteorológicas y las procesiones. En toda lo que llevamos de Semana Santa no había tenido que suspenderse ni un sólo acto. Todas las procesiones con mejor o peor tiempo habían salido a la calle hasta este Viernes Santo que la Cofradía de la Vera Cruz ha decidido no sacar la procesión del Silencio.
En un principio los miembros de la Cofradía han decidido atrasar la procesión media hora a la espera de ver si mejoraba la situación, pero la incesante lluvia, que está siendo protagonista durante toda la mañana, lo ha impedido definitivamente.
En esta procesión salen a la calle dos pasos: el Cristo de la Vera Cruz, sensacional talla realizada en el año 1560 por Guiot de Beaugrant, y La Piedad, grupo escultórico de Miguel Blay y Fábrega, de 1943. Habitualmente más de 300 hermanos cofrades acompañan en el camino a los dos pasos. Y una de sus peculiaridades se encuentra en el sonido de unos antiquísimos instrumentos tradicionales recuperados recientemente, las matracas y las carracas.
La Cofradía espera a que cese la lluvia y se despeje el templo para trasladar las dos imágenes al templo de San Francisco para que salgan en la Magna Procesión del Santo Entierro, si esta vez la lluvia lo permite.
