Semana Santa

Las procesiones del Miércoles Santo de Logroño, al detalle

El Miércoles Santo salvaguarda en Logroño dos de los momentos más icónicos de la primavera en la capital riojana. El primero de ellos se produce ante una gran expectación bajo la cúpula de la Capilla de los Ángeles de la Concatedral de La Redonda, donde el fervor y el recogimiento se materializan en la limpieza y veneración del Santo Sepulcro.

La cuidada liturgia en el proceso de abrir la urna en la que reposa la talla durante el resto del año y acomodarla sobre unos cojines para que las camareras limpien con plumeros y algodones el polvo acumulado en la madera sobrecoge por el respetuoso silencio en que se produce, que contrasta con el habitual bullicio de las procesiones.

Limpieza del Cristo yacente del Santo Sepulcro. EFE/ Raquel Manzanares

Cuando las camareras dan por finalizado la limpieza, las puertas de la capilla se abren para que las decenas de ciudadanos apostados a las afueras de la Concatedral participen del tradicional besapiés del yacente, que data del siglo XVII.

Limpieza y Veneración del Santo Sepulcro de Logroño. EFE/ Raquel Manzanares.

Tras el besapiés que culmina una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad, los cofrades se retiran a descansar porque al caer la noche se reeditará otro momento único en la iconografía procesional logroñesa: El Encuentro.

Imagen del Nazareno nuevo de Logroño. EFE/Raquel Manzanares

Como su propio nombre indica, la procesión consiste en la confluencia de dos cortejos -el del Nazareno y el de la Virgen de la Soledad- en un mismo punto, donde ambos pasos se mecen al unísono. Y este año cuenta con una novedad: el Nazareno estrena recorrido de ida, ya que no buscará El Espolón por la calle Sagasta, sino callejeando a través de la Plaza Martínez Zaporta y Capitán Gallarza.

EFE/ Raquel Manzanares

Este emotivo momento tuvo durante años la calle Once de Junio como escenario, si bien el año pasado se trasladó a la calle Muro de la Mata, donde los portadores cuentan con más espacio para maniobrar y el entorno permite un visionado más holgado para el numeroso público que congrega cada año El Encuentro.

EFE/ Raquel Manzanares

Este año, con motivo del 75º aniversario de su estreno en , volverá a salir en El Encuentro -con carácter extraordinario- el manto de la Virgen de la Soledad, recientemente restaurado por el taller malagueño de Sebastián Marchante Gambero. La pieza, bordada por las Hermanas Adoratrices, salió por primera vez en procesión el 14 de abril de 1949 y sus dimensiones son de cuatro metros de largo y cinco metros de ancho, con un peso aproximado de treinta kilos.

Los pasos

– JESÚS NAZARENO:

  • Autor de la talla: Alejandro Narvaiza Rubio (1969).
  • Autores del paso: Alejandro Narvaiza Rubio y Alenadro Rubio Dalmati (1969).
  • Curiosidades: es la única talla de corte modernista en la Semana Santa de Logroño.

– LA VIRGEN DOLOROSA:

  • Autor de la imagen: anónimo (finales del siglo XVII), donada por la familia Unsain en 1964.
  • Autores del paso: Alfredo Ruiz (1962), con palio bordado por las Adoratrices y manto del mismo taller (estrenado en 1949).
  • Iconografía: imagen dolorosa de vestir, tiene únicamente talladas la mascarilla (el busto) y las manos.
  • Curiosidades: es la única virgen que procesiona bajo palio en Logroño. La restauración de su manto -llevada a cabo en el taller de Sebastián Marchante Gambero (Málaga) supone el gran estreno de la Semana Santa logroñesa este año. La pieza -de 4 metros de ancho y 5 de largo, con un peso de unos 30 kilos- guarda bajo los elementos bordados ruegos y súplicas de fieles.
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